José Apezarena

¿Alguien tiene un plan serio para Cataluña?

Manifestación independentista en la Diada 2013.
Manifestación independentista en la Diada 2013.

El presidente del Gobierno ha grabado un mensaje con motivo de los primeros cien días de su Gobierno, que Moncloa ha difundido por Internet. Y, de forma increíble, no citó la palabra Cataluña. Ocultando así el problema más serio que tiene este país. ¿A quién quiere engañar?

La pesadilla que se vive hoy en Cataluña es consecuencia, producto, de muchos años de historia acumulada. La construcción de esa demanda de singularidad, de diferenciación, e incluso de distanciamiento de España, viene de atrás. Y por eso tiene raíces muy hondas.

Pero el último estallido, la actual eclosión de reivindicación independentista, viene de pocos años atrás. Concretamente, desde que, como consecuencia del estado de las autonomías y de la puesta en marcha de la Generalitat, con sus amplísimas competencias, se ha estado educando a las nuevas generaciones en la confusión y la mentira respecto a su historia, a lo que han sido y son, y en relación con España, presentada ahora como el enemigo a batir.

Con eso antecedentes, el problema de Cataluña, el problema de fondo, no se va a resolver pronto. Todo lo contrario. En el mejor de los casos, se tardarán décadas. Las que cueste el desmontaje paciente de las ideas y sentimientos insuflados a las nuevas generaciones.

Y aquí aparece la educación, como principal y casi única herramienta eficaz.

Harán falta treinta o cuarenta años como mínimo. Pero ese plazo no empezará a correr mientras no se dé el primer paso. Lo cual requiere haber diseñado la solución y empezar a ponerla en práctica. Algo que aún no ha ocurrido.

Ese trabajo, el diseño del remedio y la puesta en práctica con medidas concretas, no puede ser obra de un concreto Gobierno o partido político. Requerirá la colaboración, el apoyo, el respaldo, de todas las formaciones e instancias que crean que España es una nación única por la que vale la pena luchar. Y la puesta en práctica de todos los resortes, sociales, económicos, culturales y hasta deportivos. Una tarea inmensa.

Así que hace falta un completo y detallado programa de acciones, de todo tipo: institucionales, legales, sociales, educativas, culturales...

La pregunta dolorosa es: ¿alguien ha pensado un plan con esas características?

 

¿Hay en algún lugar una agenda de trabajo, que parta de un diagnóstico certero de la situación y concrete un programa de actuaciones a corto, medio y largo plazo?

Me temo que no. Que nadie (y cuando digo nadie, quiero decir ningún Gobierno y ningún partido) se ha ocupado de pensar y diseñar ese plan de recuperación de Cataluña.

Mientras no exista y se empiece a poner en práctica (y suponiendo que tenga éxito), el desafío catalán seguirá encima de la mesa, amenazando la entera existencia de este país llamado España.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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