El arroz de Carme Chacón

No le acaban de salir bien las cosas a Carme Chacón. Ya hasta se habla de mala suerte, algo que en política resulta decisivo.

Perdió frente a Rubalcaba la votación a la secretaría general por un puñado de papeletas, y desde entonces no logra levantar cabeza. Y, lo que es peor, sus perspectivas se han torcido ahora extraordinariamente.

Visto lo visto, no constituyó una buena decisión su marcha a Miami para dar clases, abandonando también el Congreso, porque, en lugar de ser una oportunidad de alejamiento para retornar con más fuerzas y sin desgaste, en realidad le han colocado demasiado fuera de juego.

Abierto el proceso de primarias para suceder a Rubalcaba al frente del partido, anunció que se quedaba fuera de la batalla, pero que donde sí pensaba darla era en las primarias para nominar el candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno.

¿Y qué ha pasado? Pues que la rotunda votación a favor de Pedro Sánchez ha provocado un sordo terremoto en las filas socialistas, desde las bases a las cúpulas, y ahora ya no quieren oír hablar de primarias; su objetivo es que el elegido Pedro Sánchez sea el único candidato a la nominación.

El problema gordo se resume en que ambas sugerencias las han formulado la práctica totalidad de los barones regionales, incluidos significados "madinistas".

Entonces, ¿qué sitio le queda a Carme Chacón, cuando además su principal socia, Susana Díaz, es ahora la patrona y promotora del recién llegado Pedro Sánchez?

Parece muy complicado que la ex ministra catalana se atreva a afrontar una primarias que, en caso de que lleguen a celebrarse, planteen como uno de los candidatos al ya secretario general del PSOE y con el respaldo de prácticamente todas las regionales.

Afirman en su entorno que nada ha cambiado, pero lo cierto es que da la sensación de que a Carme Chacón se le ha pasado el arroz. Quizá definitivamente.

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