José Apezarena

Begoña Gómez, “vicerreina” frente a doña Letizia

Begoña Gómez y Pedro Sánchez.
Begoña Gómez y Pedro Sánchez.

Los reyes y los presidentes de república suelen realizar las visitas de Estado acompañados por sus esposas. Y, si se trata de una reina o de una presidenta, lo hacen, a su vez, junto con sus respectivos maridos.

Suele ser lo habitual en el protocolo de los jefes de Estado. No ocurre así cuando se trata de primeros ministros y jefes de Gobierno. Los presidentes del Gobierno transitan por el mundo habitualmente en solitario, sin pareja. Es lo normal.

Si echamos la vista atrás, así ha ocurrido generalmente en España cuando se ha tratado de Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, que son los presidentes de Gobierno que hemos tenido en democracia.

Amparo Illana, Pilar Ibáñez Martín, Carmen Romero, Ana Botella, Sonsoles Espinosa y Elvira Fernández, esposas de los entonces inquilinos de La Moncloa, se mantuvieron en un deliberado segundo plano. Y por supuesto desaparecidas en los viajes oficiales de sus maridos.

No ocurre así con Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, que está asumiendo un protagonismo mediático bastante relevante. En su caso, no quiere pasar inadvertida.

Aún queda en la retina de muchos observadores aquella fotografía de los dos juntos en un acto del partido, subidos en un escenario, con una enorme bandera de España detrás, en plan John y Jackie Kennedy. No se trata de una similitud gratuita, porque desde el PSOE, desde sus servicios de imagen, se ofreció entonces el paralelismo. No se cortaron un pelo.

Cual nueva Jacqueline Kennedy, así bajó del avión en Cuba Begoña Gómez, cuando ella y su marido llegaron para la visita oficial de la semana pasada. La semejanza tampoco es de mi cosecha: procede de un viejo analista, persona muy informada, que vio las imágenes por televisión.

Una visita del presidente del Gobierno, por cierto, que desplazó al viaje de los reyes que estaba preparando La Zarzuela desde hace un año, y que aún no tiene fecha.

Que la escena no ha pasado inadvertida, lo demuestra el rótulo de un periódico nacional que, aludiendo al llamativo color del traje-pantalón que lucía la señora de Sánchez, titulaba así la fotografía: “La reina roja”.

 

Se trata, sin duda, de un enfoque con doble intención. Porque, si ya se viene publicando que el presidente del Gobierno está suplantando al rey Felipe VI en el panorama internacional (una veintena de viajes oficiales a favor de Pedro Sánchez, frente a tres del rey), la presencia de Begoña Gómez en La Habana empieza a interpretarse como un nuevo protagonismo frente al que correspondería a la esposa del monarca, doña Letizia.

No faltarán periodistas que recuerden aquella conversación entre Fidel Castro y don Juan Carlos, cuando el dictador cubano se interesó por el heredero, Felipe de Borbón, preguntando al monarca si su hijo era un “vicerrey”.

Tomando prestado ese invento lingüístico, tal vez ha aparecido en el panorama nacional una “vicerreina”: Begoña Gómez. En competencia, por tanto, con la reina, doña Letizia.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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