José Apezarena

Ciudadanos se deshace... y Albert Rivera desaparecido

Albert Rivera e Inés Arrimadas
Albert Rivera e Inés Arrimadas

Hay dirigentes políticos que repentinamente entran en lo que podríamos llamar "modo avión", y se convierten en personas desaparecidas, en personajes mudos y hasta invisibles.

Ocurrió por ejemplo con Pablo Iglesias a principios de 2018, tras las elecciones autonómicas en Cataluña de diciembre, en las que Podemos cosechó un rotundo fracaso.

En esos momentos, el partido se estaba desplomando en todas las comunidades, castigado por sus veleidades con el independentismo catalán, a lo que se sumaban divisiones internas, con un Íñigo Errejón moviéndose en la sombra, Carolina Bescansa recorriendo España por su cuenta, una Manuela Carmena que empezaba ir por libre... y con Pablo Iglesias convertido en el político peor valorado según el CIS.

Y con tan desastroso panorama, el líder se hallaba desaparecido. Pasaban los días, y ni estaba ni se le esperaba. No daba la cara. Y el partido no ofrecía explicación alguna. Circularon hipótesis de todo tipo, incluida la de que había entrado en depresión. Pablo Iglesias tardó varios meses en normalizarse medianamente.

Pues algo semejante empieza a parecer lo que vemos en Ciudadanos. No se calman las críticas internas a los pactos firmados tras las últimas elecciones, Valls les ha traicionado en Cataluña, destacados dirigentes discrepan de la negativa a facilitar la investidura de Pedro Sánchez por la vía de una abstención en el Pleno del Congreso, y empiezan las defecciones: el portavoz económico, Toni Roldán, abandona el partido dando un portazo, se marcha también el eurodiputado Javier Nart...´

Y a todo esto, Albert Rivera, desaparecido.

Por si faltara algo, ayer trascendió que el líder de Ciudadanos había declinado la invitación de Pedro Sánchez a una nueva entrevista en La Moncloa para hablar sobre la investidura, invitación que sí aceptó Pablo Casado.

Espero que la ausencia no se deba al temor, a la paralización, a la incapacidad para tomar resoluciones que restauren los equilibrios, que tranquilicen y enderecen el rumbo del partido.

Siempre he tenido la impresión de que al líder de Ciudadanos le supera la dimensión que ha alcanzado el proyecto político que él mismo creó y que ha conducido al éxito. Es en gran medida un mérito suyo, pero le veo con carencias graves para llevar las responsabilidades que comportan la presidencia de una formación ya con opciones de gobierno.

 

Muchas veces ha pensado que en su equipo más inmediato existen personajes bastante más capacitados que él. Puedo equivocarme, por supuesto.

Sin embargo, si Rivera logra salir adelante en la difícil coyuntura que afronta en estos momentos, creo que cambiaré de opinión.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

Portada
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato