José Apezarena

El desgarrado (y cabreado) grito de Ana Oramas

Ana Oramas.
Ana Oramas.

Es sabido que los diputados que son miembros de grupos minoritarios apenas merecen la atención cuando intervienen en el Congreso. Ni de sus propios compañeros pertenecientes a los grupos grandes, que muchas vecen abandonan la sala cuando corresponde el turno a un minoritario, ni, por supuesto, de los medios de comunicación. La atención se centra en los mayoritarios casi en exclusiva.

La Diputación Permanente del Congreso debatió el lunes una petición del PP de que las ministras Irene Montero y Pilar Llop comparecieran de forma urgente para explicar las consecuencias negativas de la ley del 'solo sí es sí'. Y, además, para que informaran sobre el repunte de crímenes machistas de diciembre y primeras semanas de enero, así como de las medidas que pensaba tomar su departamento. La petición fue rechazada

En esa reunión, la diputada de Coalición Canaria Ana Oramas protagonizó una intervención que casi era un grito desgarrado, cabreado, de hartazgo, por la situación que está viviendo con la ley del “solo sí es sí” y las salidas a la calle de condenados por agresiones sexuales.

Puede verse y escucharse en Twitter, y creo que vale la pena seguirla. Pero, al mismo tiempo, no me resisto a transcribirla. Dijo lo siguiente:

Doscientos sesenta y seis violadores y asesinos en la calle antes de tiempo, veintitrés excarcelados... y una secretaria de Estado que dice... total ya han sido violadas, total, ya están muertas, ¿qué más da cinco o seis meses o no?

“Yo creo que es un tema terrible, pero creo que la ley no se hizo con esa intención. Y creíamos todos que el ministerio de Justicia, los asesores jurídicos de los distintos ministerios, habían solventado los aspectos jurídicos para que no tuviera este efecto perverso que nadie quiso. Y, desde luego, estoy convencida de que tampoco la ministra respectiva.

“Y creo que el problema no es que 266 hayan disminuido su condena, sino no haber evitado que 255 no lo vieran porque no se corrigió inmediatamente.

“Yo comparto totalmente lo que ha dicho la señora Carmena: que no corregir la ley del “sí es sí” es soberbia infantil.

“El BOE está lleno de rectificaciones. Si se produce un efecto perverso, como se ha producido, y que no se quería, se modifica. Y tenemos Consejo de Ministros todos los martes.

 

“Y lo que no tiene perdón de Dios es que este Gobierno no lo haya hecho ya.

“Y lo que creo es que los ciudadanos, y sobre todo las víctimas, y las familias de las víctimas, no resisten otra comparecencia con una ministra enrocada y con todos nosotros hablando. Lo que quieren son hechos, y que esto se resuelva ya.

“Nada de las tibiezas de los ministros y ministras y del presidente del Gobierno, diciendo, “bueno, vamos a esperar a ver si el Supremo dicta doctrina”. “Bueno, vamos a mirar no sé qué”.

“No es un problema de los jueces. No. A día de hoy, ya no es un problema de los jueces, es un problema de todos nosotros. De los políticos. De un presidente que no es capaz de decir hasta aquí hemos llegado, y de un Partido Socialista que diga hasta aquí hemos llegado. Y de la soberbia infantil de un ministerio que no quiere reconocer que las cosas han fallado.

“Entonces, lo que yo quiero decir es que no aguanto una comparecencia en este Congreso, otra vez, de la ministra enrocada, y de todos nosotros diciéndole lo que hay que hacer.

“Yo lo que quiero es que en el próximo Consejo de Ministros se corrija, vaya al Boletín Oficial del Estado ,y ya está. Y eso es lo que piden las víctimas, los familiares de las víctimas y todos nosotros.

“Y una persona de la cualificación jurídica de doña Manuela Carmena, los señores del Tribunal Supremo, catedráticos de Derecho Penal... No hay nadie con conocimiento jurídico que no diga que hay que corregir algún aspecto. ¡Y háganlo¡ ¡Háganlo mañana, el jueves...!

“¿Que ya no podemos resolver los que están...? Vale. Pero los siguientes... Corríjanlo. Ya está bien de enrocarse. Es que es muy doloroso. Pues claro que es doloroso para la gente.

“Y, después... frivolidades como esta secretaria de Estado que, ¡vamos!, a mí no me hubiera durado media hora. Cesada. Porque, encima, bacilando, como decimos en Canarias, y riéndose. ¡Un respetito! Un respetivo a la gente. Si ya está violada, te da lo mismo que el tipo salga un año antes... Pues no. Que cumpla la condena.

“Ya está bien en este país de rasgarnos las vestiduras y no poner soluciones en un tema que se puede resolver en un Consejo de Ministros. Ya no lo resolvemos para los doscientos, pero, ¿qué?, ¿vamos a seguir con trescientos o cuatrocientos en las próximas semanas y meses? ¿Y cada día el goteo? Pues yo creo que no.

“Yo no estoy de acuerdo con la comparecencia, porque no resisto otra comparecencia de la ministra diciendo lo ‘chachi’ que es, y que la culpa es de los jueces y de todos nosotros. Hoy tiene que ser el último día. Y el señor Sánchez, y el Gobierno, y la parte social, decir: ¡hasta aquí llegamos! Y corregirlo.

Voy a votar que no a la comparecencia porque no aguanto más ninguna comparecencia diciendo que los jueces son los equivocados. ¡Ya está bien! Pensemos cómo está la gente en la calle, cómo están esas niñas, cómo están esos menores, cómo están esos padres de menores. En Canarias ha habido unos casos que son sangrantes. Sangrantes.

“Y nuestra solidaridad con todas esas víctimas, esos niños, la mujer ayer de Valladolid, y todos lo que hemos vivido este mes, que nos parte el corazón”.

Hasta aquí la intervención de la diputada canaria.

Ana Oramas deja el Congreso de los Diputados, tras siete legislaturas y quince años representado a Coalición Canaria, para presentarse ahora candidata al parlamento regional. Durante ese tiempo, ha dejado numerosas muestras de capacidad dialéctica y de independencia de carácter.

editor@elconfidencialdigital.es

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