José Apezarena

El día que Podemos ganó las elecciones en España

Ciudadanos ganaría hoy las elecciones generales, con el 29,1% de los votos, muy por delante del segundo partido, Unidos Podemos, que obtendría el 19,8%, y más alejados aún del PP (19,5%), que pasa del primero al tercer lugar, y del PSOE (19%), en última posición.

Así puede resumirse el último barómetro de Metroscopia, publicado en El País, que concluye que, frente al tradicional bipartidismo de la democracia española, ahora los dos principales protagonistas (PP y PSOE) "están convirtiéndose en meros actores secundarios de la escena política" por la irrupción de las dos nuevas formaciones, Ciudadanos y Podemos. Si la tendencia se mantiene en los próximos meses, "la debacle en las elecciones puede ser histórica", escribe.

Añade el periódico que, con estos resultados, "Ciudadanos podría superar con holgura los 110 escaños en el Congreso y estar en disposición de formar Gobierno".

El panorama que dibuja el barómetro resulta bastante espectacular, porque supone un enorme vuelco respecto a la actual composición del Congreso de los Diputados. Y más aún es llamativa la hipótesis-previsión de que sea Ciudadanos quien lidere la formación de un nuevo Gobierno.

La ficha técnica explica que el trabajo se ha realizado mediante 2.360 entrevistas a través de teléfonos móviles. Me pregunto si ese vehículo concreto no condiciona algo la muestra, al dirigirse solamente al universo de ciudadanos con teléfono móvil. Detalla también que el nivel de confianza es del 95,5%, y que el error se cifra en más menos 2,4 puntos.

No digo que los números ofrecidos por Metroscopia no respondan a la realidad. Pero no se me olvidan otros barómetros de esa misma firma en los que se publicaba casi lo mismo que ahora, pero en ese caso referido a Podemos en lugar de Ciudadanos.

Se anunció entonces que, de acuerdo con el trabajo demoscópico realizado en aquellas fechas, el partido de Pablo Iglesias ganaba las elecciones generales en España y podría formar Gobierno. Algo que no ocurrió, ni siquiera por aproximación. Y ahora se afirma algo parecido de Ciudadanos.

Los autores del barómetro ofrecen, con razón, todo tipo de cautelas y precauciones. "No es una predicción, es una descripción". Se trata de "síntomas", de "tendencias", dicen.

Pero, si las predicciones al final no se cumplen, si los síntomas desaparecen y las tendencias no se confirman, entonces, ¿a qué nos hemos de atener?

 

Relevante me parece la conclusión de que el 79% de los españoles cree que el candidato del PP en unas generales debería ser una persona diferente a Rajoy, pero mucho más aún que así lo piensen el 65% de sus propios votantes. Pero, entonces, ¿variaría mucho la intención de voto si el candidato fuera otro?

Llama igualmente la atención el peso decisivo que está teniendo en la opinión pública el contencioso de Cataluña. Que conduce a una pregunta más. Si el día que se celebren elecciones generales la situación catalana se ha pacificado de alguna manera, ¿qué impacto tendrá eso en el voto?

Dicho todo lo cual, el barómetro publicado resulta francamente interesante. Aunque solo sea como instrumento de análisis y ejercicio de hipótesis.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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