José Apezarena

Y el día que la Iglesia desmintió a la vicepresidenta del Gobierno

Catedral de la Almudena.
Catedral de la Almudena.

Escribí ayer que muy negro tiene que ver el Gobierno el resultado final de la exhumación de los restos de Franco, y en concreto cuál será su destino, o sea dónde quedará su tumba, como para haber enviado al Vaticano a la vicepresidenta en busca de ayuda.

Y me ratifico más aún en que Pedro Sánchez se ha metido en un atolladero, al ver cómo ha sido desmentida la información oficiosa que filtró el Gobierno, que dio a entender el apoyo de la Iglesia a la exclusión de la cripta de la Almudena como lugar para la inhumación.

La vicepresidenta afirmó, tras entrevistarse con el secretario de Estado, Pietro Parolín: "Acordamos de manera conjunta encontrar una salida que obviamente no puede ser La Almudena". Y le han desmentido.

Por partida doble le han respondido a Carmen Calvo que no dijo verdad. Que casi siempre en lo mismo que mentir.

Primero ha sido el arzobispado de Madrid, que ha mostrado su sorpresa por las afirmaciones de la vice y ha puntualizado que no hay "ningún acuerdo" con el Gobierno, entre otras cosas porque, como ya apuntó en dos comunicados, el futuro de los restos de Franco "corresponde decidirlo al Gobierno y a la familia".

Más solemnidad ha tenido la nota del director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Greg Burke. Ha precisado que el cardenal Parolín no se opone a la exhumación de Franco, "si así lo han decidido las autoridades competentes, pero en ningún momento se pronunció sobre el lugar de la inhumación".

Es cierto -añade Burke- que la vicepresidenta "expresó su preocupación por la posible sepultura en la catedral de la Almudena y su deseo de explorar otras alternativas, también a través del diálogo con la familia. Al Cardenal Secretario de Estado le pareció oportuna esta solución”.

Es decir, a Parolín le pareció "oportuna" la solución de "explorar alternativas a través del diálogo con la familia". Y nada más.

Ya comenté ayer que, por lo que se leía en la nota conjunta emitida el lunes, no parecía que el Vaticano se hubiera comprometido demasiado, cuando solo habló de la necesidad de buscar una solución y de seguir manteniendo el diálogo.

 

Bueno, pues, a pesar del doble desmentido, la vicepresidenta no aprende. Y se ha agarrado al famoso "sostenello y no enmendallo". Ayer, en los pasillos del Congreso volvió a decir que el Gobierno y la Iglesia Católica van a «trabajar conjuntamente para buscar una salida a que los restos de Franco no se inhumen en la catedral de la Almudena".

La próxima vez que Carmen Calvo viaje al Vaticano, para cualquier posible gestión o negociación, ya sabrán con quién se le estan jugando.

Pero insisto en lo que escribí ayer. Con el arrebato de sacar del Valle de los Caídos al dictador, Pedro Sánchez se ha metido en un buen huerto. Porque cabe que el resultado final sea peor que la existencia de una lejana tumba en Cuelgamuros.

La alternativa puede acabar siendo la ubicación de Franco en pleno centro de Madrid, al alcance de muchos, y con la cripta de La Almudena convertida en lugar de peregrinación para nostálgicos del viejo régimen.

¡Qué campeones, estos del Gobierno!

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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