Los empresarios exigen a Sánchez que vuelva a poner en marcha la economía para no hundir el país
La decisión de parar en seco la actividad económica ha sido una de las medidas que más ha indignado al mundo empresarial, que lo han considerado excesivo, innecesario y muy peligroso para el país, según su punto de vista.
Ha sido una opción adoptada por el Gobierno, por el presidente Sánchez muy en primera persona, sin haber contado para nada con el punto de vista de quienes tienen en su mano la marcha de las empresas, y por tanto saben bien las consecuencias de una paralización absoluta e indiscriminada. No se les preguntó.
Los empresarios creen que les asiste la razón en su análisis, en el veredicto, y que el parón total se va a convertir en una catástrofe de difícil retorno para el conjunto del país.
Es, por cierto, lo mismo que piensan en el Gobierno Vasco, donde recibieron con indignación la medida que, encima, no les consultaron para nada, a pesar de que el PNV es uno de los pilares de la actual mayoría gubernamental. Por eso han anunciado que ponen entre paréntesis su apoyo a los próximos presupuestos.
Por no consultar, por lo visto Pedro Sánchez no consultó ni a su Gobierno, porque hay ministros que reconocen ahora que aquella decisión fue un error.
Me cuentan que la CEOE quiere del Gobierno planes ya para arrancar la economía, cuanto antes, sin perder más tiempo. Se puede trabajar ya en muchos sectores, con protección por supuesto y con garantías.
Maneja, por ejemplo, lo ocurrido en Corea, que no paró toda su economía ni confinó a toda la población, y ahí están los resultados. Eso sí, la controló con test y apps y trabajó con protección total. Algo que es factible en España.
De igual modo, reclaman que la banca juegue rápido y limpio para asegurar la liquidez a pymes y autónomos, porque en ello está en juego el 90% del tejido empresarial del país.
Rápidos en dar crédito con aval ICO, es decir, resolviendo con trámites de días, no de semanas.
Y juego limpio que se resume en no pasarse a la hora de pedir garantías por el 30% o 40% que no cubra el aval del ICO.
Pero más aún que no aprovechen para “colocar” productos propios, como seguros de vida y otros, como condición vinculada a la concesión del crédito.
Cuentan en el mundo empresarial que no exageran planteando este último requisito, porque se están dando casos.
Así que, además de superar la letal invasión del coronavirus, España tiene otro reto crucial: que no se derrumbe la economía en su totalidad, porque entonces no tendremos fuerzas para recuperarnos.
Y el Gobierno tiene que saber que este es el otro desafío que le toca afrontar, y que ha de hacerlo con acierto, con éxito.
No todo se reduce a montar ruedas de prensa en plan fuegos de artificio.
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