José Apezarena

Pero, ¿es posible en España un Gobierno PSOE-PP?

Pedro Sánchez y Pablo Casado.
Pedro Sánchez y Pablo Casado.

Algunos lo explican casi con orgullo: en España nunca ha existido un Gobierno de coalición. Lo dicen como si se tratara de un triunfo o de un mérito como país.

Ese precedente fue incluso un argumento de los socialistas para intentar explicar por qué no querían ministros de Podemos, al mismo tiempo que les reclamaban apoyo por fuera, es decir, que permitieran una mayoría de investidura pero sin entrar en el Gobierno.

Ciertamente, la posibilidad de incluir en el Gabinete a personas de otro partido, distinto del mayoritario y ganador de las elecciones, ha existido alguna que otra vez, aunque al final no se ha consumado.

Es de recordar la oferta de José María Aznar a Miguel Roca, entonces diputado de Convergencia, de incluirle en su Ejecutivo como ministro de Exteriores. Una opción que desbarató el líder convergente, Jordi Pujol, porque no estaba dispuesto a que hubiera otro catalán que tuviera mayor rango que él.

Lo cierto es que, al final, nunca hemos visto ese Ejecutivo integrado por ministros de más de un partido.

Pero han llegado tiempos en que a lo mejor el Gobierno de concentración se convierte en la única salida para normalizar la vida del país, y salir así de la espiral de celebrar unas elecciones generales tras otras sin que de ellas salga una mayoría suficiente.

Parece que el momento puede estar cerca, si nos atenemos a los datos de las últimas encuestas, que pronostican que, de las generales del 10 de noviembre, no surgirá una mayoría, ni del bloque de izquierda (PSOE-Podemos) ni del bloque de derecha (PP- Ciudadanos-Vox).

Hasta hace poco, parecía posible la opción de un Gobierno PSOE-Ciudadanos, pero el derrumbe que viene padeciendo el partido de Albert Rivera ha llevado a que, según esas encuestas, ambos partidos no sumen número suficiente de diputados.

Existe, pues, la posibilidad, o quizá la necesidad, de tener que apostar por un Gobierno de socialistas y populares, presidido, evidentemente, por el partido que más votos y escaños consiga, pero con el otro formando parte del equipo ministerial, e incluso ostentando alguna vicepresidencia.

 

¿Algo así puede ser posible en España? Por mi parte, no veo grave dificultad.

Eso sí. Requeriría una previa negociación de fondo, para fijar con nitidez los puntos del programa de Gobierno compartidos por las dos formaciones, que incluso tendrían que reflejarse en un documento firmado y público.

Si la única forma de terminar este tobogán de convocatorias electorales es que se forme un Ejecutivo de coalición PSOE-PP (o, en su caso, PP-PSOE), ¿por qué no? Me parece que empieza a ser urgente acabar con la parálisis y la provisionalidad política que vive el país.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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