Unas europeas que las carga el diablo

La celebración de las elecciones europeas se acerca inexorable, y todavía con escaso ambiente en el país, a pesar de que hay en juego bastante más de lo que muchos creen.

La población sigue pensando que no sirven para casi nada, que ahí no se juega ningún asunto importante. Y, sin embargo, estos son unos comicios muy distintos porque, entre otras cosas, decidirán quién será el presidente de la Comisión y quiénes los comisarios, que concurrirán a los comicios y por eso tendrán ya respaldo democrático.

Se la juegan los dos grandes partidos. El PP no descarta una derrota, la primera desde que están en La Moncloa. Por la mínima, pero derrota. Y que podría encarrilar un proceso a la baja que se repita en las autonómicas y municipales del 2015, y finalmente, mucho más grave, en las generales.

Su esperanza es que la incipiente mejora en los datos económicos se note ya en los bolsillos del personal, y que por ello les “perdonen” los muchos desaguisados cometidos hasta ahora y les vuelvan a dar la mayoría. Aunque los plazos andan muy justos.

En el PSOE, quien se ve comprometido es su líder, Alfredo Pérez Rubalcaba, que, a la vista de los resultados, decidirá una retirada definitiva, si no son buenos, o bien, si mínimamente lo son, optará por presentarse como candidato a las elecciones generales pasando, eso sí, por las primarias.

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Es bien conocido que los sondeos hablan de rotundas subidas de votos para los terceros partidos, es decir, Izquierda Unida y UPyD. Sin embargo, uno y otro sufren en sus flancos la mordida de fuerzas que les pueden rebajar expectativas.

Por la izquierda le rondan a IU movimientos como el que capitanea Pablo Iglesias y su Podemos, junto con los Ada Colau, los Garzón y los Elpidio Silva. Esas alianzas le pueden amargar la fiesta a Cayo Lara.

Y a UPyD le pueden quitar no pocos apoyos los nuevos de Vox, que, por supuesto, restarán al Partido Popular, pero también a los de Rosa Díez y sus posiciones ‘nacionales’, que tantos votos le aportan desde la mismísima derecha a pesar del resto de ubicaciones más bien a la izquierda. Además de Ciudadanos, que se está moviendo bien.

Y, además, los sustos pueden proceder de la sensación que tienen los españoles de que es viable votar cualquier cosa porque las cuestiones de Europa no son relevantes dentro del país.

El riesgo está en que, con tales planteamientos, cualquier experimento es posible. No hay que olvidar que Batasuna consiguió escaño en comicios pasados, lo mismo que Ruiz Mateos y otros más.

En fin, que las elecciones europeas las carga el diablo.

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