José Apezarena

Garzón, Castells, Teresa Ribera… no deben seguir en el Gobierno

Primer Consejo de Ministros del Gobierno PSOE-Podemos.
Primer Consejo de Ministros del Gobierno PSOE-Podemos.

La condición de ministro del Gobierno de España supone algunos requisitos y obliga a unas comportamientos mínimos, sin los cuales deberían dejar de serlo.

Que un ministro responda a unos planteamientos básicos tiene que ver con motivos de fondo. Uno de ellos, el respeto que exige la gobernación del país. Y otro, la consideración con los ciudadanos, que se merecen gobernantes capaces, pero sobre todo dignos.

Desde esos puntos de vista, hay integrantes del equipo de Pedro Sánchez que no deberían seguir sentados en el Consejo de Ministros.

Uno de ellos es Alberto Garzón, un ministro calamidad, inútil en cuanto a las competencias que le corresponden, y que se ha permitido el lujo de acusar al jefe del Estado, al rey, de falta de neutralidad política.

Pedro Sánchez tendría que haberlo puesto en la calle sobre la marcha. Y no lo hizo.

Otro de los ministros inmediatamente prescindible es Manuel Castells, que por lo visto apenas pisa su despacho, se dedica a dar charlas sobre la inminencia del fin del mundo, y que se ha permitido deslegitimar la sentencia de los tribunales que ha inhabilitado a Quim Torra.

Que un miembro del Gobierno incurra en semejante barbaridad, descalificando el sistema judicial, merecería también que le quitaran la Cartera y le devolvieran a la vida privada cuanto antes. Sánchez no lo ha hecho.

Casi está logrando pasar inadvertida, pero la vicepresidenta cuarta del Gobierno, Teresa Ribera, hace tiempo que tendría que haber abandonado el cargo. Por iniciativa propia, o por imperativo de Pedro Sánchez.

La vicepresidenta ‘ecológica’ fue directiva de Isofotón, empresa de paneles solares investigada judicialmente por recibir 80,5 millones en ayudas irregulares durante los gobiernos socialistas en la Junta de Andalucía.

 

¿Qué estarán pensando Maxim Huerta, expulsado por tener una sociedad instrumental, y Carmen Montón, dimitida por irregularidades en su máster.

La verdad es que Pedro Sánchez se ha lucido con el equipo de ministros que ha buscado. Están a la altura de los Gabinetes que en su día fue nombrando Zapatero, que ya es decir.

Hay algunos ministros que siguen siendo unos perfectos desconocidos. Es el caso de personalidades como Juan Carlos Campo (aunque con lo de “se ha pasado tres montañas” parece que alcanzado alguna notoriedad), Carolina Darias, José Manuel Rodríguez Uribes, pero también Arantxa González Laya, Reyes Maroto…

Otros, siendo conocidos, están pasando sin pena ni gloria, como ocurre con Pedro Duque o Isabel Celáa. Y otros son ‘famosos’ pero solo por motivos laterales, como Irene Montero (ahora dedicada a sus entrevistas ‘fashion’) y el propio José Luis Ábalos (el caso Delcy no está enterrado del todo).

Lo dicho. Pedro Sánchez debería tener el cuajo de prescindir de ministros como los citados Garzón, Castells y Ribera.

Por cierto, que con esta columna, me parece que estoy dando ideas al presidente para la remodelación que ya tiene entre manos y que no tardará mucho en aprobar.

¡De nada, señor presidente!

editor@elconfidencialdigital.com

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