José Apezarena

¿Se está haciendo demasiado caso a Podemos?

El debate está abierto. Y se viene desarrollando, con no poca crudeza, en la cúpula de muchos medios de comunicación. ¿Se está haciendo demasiado caso a Podemos?

A base de hablar de la formación que lidera Pablo Iglesias, aunque sea para desvelar la realidad de sus posiciones, y de la amenaza que para algunos puede suponer en relación con otras fuerzas y con el futuro del país; aunque el objetivo sea incluso criticar y descalificarles, ¿no se les está proporcionando con ello más notoriedad aún? ¿No sería conveniente silenciar su misma existencia y dejar de darles tanta cancha?

Como digo, la cuestión está planteada en no pocos medios informativos. Hay, por ejemplo, un periódico nacional cuyo director presume de silenciar absolutamente a ese nuevo partido, y de no nombrar siquiera a su dirigente más mediático.

Sin embargo, pienso que existen motivos sólidos para tener que ocuparse de Podemos con cierta intensidad.

Porque ha logrado en las europeas un resultado electoral que nadie imaginaba, con un millón doscientos mil votos y cinco diputados a Estrasburgo. Y se ha convertido, así, en un fenómeno que hasta en Europa siguen con gran interés.

Porque, con esa votación, ha frustrado una de las oportunidades históricas de Izquierda Unida, a la que se pronosticaba un espectacular ascenso como tercera fuerza y que ha quedado casi en nada. IU ha salido casi noqueada.

Porque ha sembrado las más profundas dudas en un partido tan poderoso y consolidado como era el PSOE, donde hoy tienen la tentación de querer ocupar el terreno más a la izquierda, el que transita Podemos.

Porque se acercan las elecciones municipales y autonómicas, y las encuestas apuntan que Podemos obtendrá muy buenos resultados, por ejemplo en Madrid, lo que le convertirá en pieza decisiva para la gobernabilidad de ayuntamientos y comunidades.

Por todo ello, sí creo que hay que seguir de cerca el fenómeno Podemos. Y la obligación de los periodistas es dar cuenta de lo que ocurre, por muy amargo que pueda parecer a alguien. La realidad es como es, y ocultarla o mirar a otro lado no sirve para nada. Al contrario.

 

Por cierto, que algunos analistas llegan a sostener que al PP le viene bien darle cancha, y hasta magnificar las maldades y peligros que representan Pablo Iglesias y sus huestes.

Lo argumentan diciendo que, de esa forma, se advierte y hasta asusta a su propio electorado. Ese que les está dando la espalda, que no acudió a las urnas en las europeas, y que incluso en algún caso pudo votar a Podemos.

Esos descarriados se estarán ahora asustando por la ‘amenaza’ que supone el nuevo partido y rectificarán. Volverán al redil del voto popular. Eso afirman algunos. Para quienes, por tanto, hablar de Podemos no es ‘demasiado’.

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena

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