Por qué llora Esperanza Aguirre
Mal se le están poniendo las cosas a la ex presidenta de la comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.
Y es que el dato desnudo de que sus dos colaboradores más cercanos, sus dos hombres de confianza, Francisco Granados e Ignacio González, se encuentran ahora detenidos por corrupción, resulta demoledor.
Aguirre los nombró, les dio cargos de responsabilidad, confió en ellos, incluso les ha defendido públicamente en más de una ocasión. Como mínimo, no cumplió con su deber de control, y eso es algo difícilmente disculpable.
Ahora no le va a ser tan fácil desmarcarse de ellos y de sus hazañas. Ni siquiera derramando las lágrimas que ayer esbozó al ir a prestar declaración.
Tan mal se le están poniendo las cosas, que en el propio Partido Popular dan ya como seguro que detrás de Ignacio González irá Esperanza Aguirre.
La ex presidenta había vuelto a repetir que estaba dispuesta a volver a encabezar las listas del PP al Ayuntamiento de Madrid, porque dice que su gran ilusión es ser alcaldesa de su ciudad.
Pues bien, aunque no salieran cosas concretas contra ella, ahora mismo tiene muy, pero que muy complicada la nominación. Y si finalmente el juez Eloy Velasco la incluye en algún sumario, evidentemente quedará descartada de forma definitiva.
Tras una trayectoria brillante, en la que incluso llegó a imaginar que podría disputar a Mariano Rajoy el liderazgo del PP, y con ello las opciones a la presidencia del Gobierno, Esperanza Aguirre está sufriendo un lamentable final político.
Esta mala salida tal vez sí que justificaría unas lágrimas en sus ojos.
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