José Apezarena

El ‘low cost’ de Pablo Iglesias

Una de las bazas que ha esgrimido Podemos es la, por así decirlo, ejemplaridad de sus jóvenes líderes. Y con buenos resultados.

Es claro que sus figuras principales han mostrado en el reciente pasado un evidente capacidad de 'sacrificio'. Se recorrieron España de punta a cabo, viajando en incómodos coches y viviendo casi sobre el terreno, y sus existencias diarias no se han alejado del común modo de vivir de millones de españoles de clase media-baja y baja. Por citar un ejemplo más, Pablo Iglesias se viste en Alcampo, según confesión propia.

Cuando se presentaron a las elecciones europeas, anunciaron que sus diputados cumplirían concretas condiciones de austeridad, como no aceptar el sueldo que abona Bruselas sino solamente una cantidad equivalente a tres veces el salario mínimo. El dinero sobrante lo donarían para fines sociales, ONG's, etc.

Otro de los compromisos fue que en la capital europea residirían, no en hoteles como la mayoría de los eurodiputados, sino en pensiones y pisos alquilados. Y que viajarían desde Madrid hasta Bruselas en vuelos baratos, en compañías de bajo coste.

Estrenaron, en efecto, su presencia en la Eurocámara volando con Ryanair, hasta un aeropuerto belga de segunda para a continuación trasladarse a Bruselas por carretera, en autobús.

Respecto a esto último, muy poco ha durado el compromiso. Tal como se publicó en estas páginas, Pablo Iglesias ha abandonado el 'low cost' y ahora se desplaza hasta la capital comunitaria en vuelo regular de Iberia, directo Madrid-Bruselas. ¿Motivo? Que el procedimiento anterior le exigía horarios intempestivos (madrugones y trasnoches) y mucho más tiempo.

Así pues, los lunes, en Iberia, sale de Madrid hacia las ocho de la tarde, para pasar la noche en Bruselas y poder presentarse el martes a primera hora en el Parlamento Europeo. Cuando volaba con Ryanair, tenía que salir de la capital de España a las seis de la mañana del martes, lo cual exigía estar en Barajas a las cinco...

Lo dice bastante bien un viejo refrán castellano: una cosa es prometer y otra dar trigo.

La realidad, en fin, se ha impuesto sobre un planteamiento utópico. Por eso, al igual que la promesa de volar en 'low cost' ha quedado arrumbada, aplastada por la evidencia, ¿cuántas de las propuestas y posiciones actuales de Podemos y sus líderes serán también pasto de la realidad en el corto futuro?

 

Si ocurre en demasiados casos, lo pagarán caro en las urnas, por el efecto decepción. Y me parece lógico. Lanzar propuestas no demasiado meditadas, asumir contratos que son irrealizables, no debe resultar gratis.

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena

Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato