José Apezarena

Su Majestad Pedro Sánchez

Pedro Sánchez promete el cargo ante el rey
Pedro Sánchez promete el cargo ante el rey

Pedro Sánchez se ve ya presidente del Gobierno. Y, además, de un Ejecutivo monocolor, sin presencia de socios incómodos como podrían ser Pablo Iglesias y sus gentes.

El vencedor de las elecciones va tener relativamente fácil conseguir una investidura sin necesidad de pagar precio demasiado elevado, y, en concreto, eludiendo un Gobierno de coalición.

La lógica dice que deberán ser los diputados de Podemos quienes faciliten la investidura, por supuesto en segunda vuelta, para la cual Sánchez necesitaría algunas otras abstenciones, que podrían proceder, sin mucha dificultad, de Esquerra.

La hipótesis de que Podemos rechace sostener parlamentariamente un Gobierno del cual no forme parte parece bastante improbable, porque el líder socialista siempre puede presionarles diciendo que, en caso contrario, podría recurrir a una alianza con “la derecha”, entendiendo por tal a Ciudadanos.

¿Cómo explicaría Pablo Iglesias a sus huestes que, por su culpa, por no ceder, se instalara en España un Gobierno de “la derecha”?

Además, ya se ha publicado que el partido morado recibirá, si no ministerios, sí otras prebendas: cargos importantes, a distintos niveles de este país. Por pensar uno que a lo mejor les apetecería: la presidencia de RTVE. Y otras gabelas semejantes, con las que hasta podrían salvar la cara sin demasiado sonrojo.

Es que Pedro Sánchez está que se sale. Tan crecido se muestra, que hasta ha optado por convertirse en “jefe de Estado bis”, anticipándose al propio monarca en la celebración de contactos de cara a la investidura.

Sin esperar a que se produzca un movimiento desde La Zarzuela, que no puede realizar mientras no se constituyan las Cortes, se elija un presidente y se constituyan los grupos parlamentarios, el presidente del Gobierno ha convocado esta semana a los representantes de los partidos más importantes, PP, Ciudadanos y Podemos.

Tal movimiento ha sido interpretado, con alguna razón, como un modo de “pisar” a Felipe VI sus competencias, puesto que va a celebrar encuentros que se parecen mucho a las consultas que, según la Constitución, ha de mantener el rey con los líderes parlamentarios antes de designar candidato la investidura.

 

Por tal proceder “mayestático” no es algo nuevo. Lleva tiempo Pedro Sánchez ninguneando al monarca, desplazándole de su sitio, y hasta ocupando su lugar.

En la última Fiesta Nacional, el presidente y su esposa se colocaron junto a los reyes en la línea de saludos. Pareció una anécdota, se atribuyó a un error de protocolo, pero el dató está ahí.

Un ejemplo claro han sido la pléyade de viajes oficiales que ha realizado en lugar del rey o anticipándose a él, como ocurrió en el caso de la visita a Marruecos, en la que el presidente les ‘madrugó’ ese plan a los reyes.

Lo mismo ha sucedido con el viaje a Cuba, en el que Pedro Sánchez se ha anticipado a la que tendrían que realizar don Felipe y doña Letizia.

Pedro Sánchez, sí, ha ganado las elecciones generales. Y con una mayoría cómoda para convertirse de nuevo en presidente del Gobierno. Pero no es, ni va a ser, el jefe del Estado. Al menos por ahora.

No es Su Majestad Pedro Sánchez. No es Pedro Sánchez I. Quizá a su pesar.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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