La mejor respuesta a las víctimas

El lunes llegaban a España los etarras Alberdi Uranga Itzair y Juan Jesús Narváez Goñi, acusados de 18 homicidios y por tanto los miembros de la banda con mayor número de asesinatos cometidos que aún no habían sido detenidos.

La pareja llevaba 22 años viviendo en México como fugados, pero finalmente fueron localizados, identificados y apresados en Jalisco, y extraditados a España, donde serán juzgados y, previsiblemente, condenados

El 13 de febrero era detenido en Londres Antonio Troitiño, condenado a 2.700 años por 22 asesinatos cometidos por el sanguinario 'comando Madrid', gracias a los datos aportados a los agentes británicos por la Comisaría General de Información, y después de que la Audiencia Nacional hubiera confirmado al Reino Unido que la orden de extradición continuaba vigente.

Unos días antes, Francia enviaba a España a los pistoleros de ETA Javier Abaunza Martínez, Jurdan Martitegui Lizaso y Juan Luis Rubenach Roig, presos en el país vecino, en una entrega temporal para ser juzgados por la Audiencia Nacional por delitos de terrorismo.

Sectores de las víctimas del terrorismo acusan al Gobierno de Mariano Rajoy de debilidad con los etarras, de estar gestionando mal el final de ETA, e incluso, por algunos grupos minoritarios, de complicidad con Rodríguez Zapatero y de estar 'cumpliendo' pactos secretos que éste firmó en su día con la banda.

Gestos de proximidad con ellos y acciones de explicación aparte, la mejor respuesta a las víctimas del terrorismo es que siga habiendo detenciones de etarras y que los terroristas comparezcan en los tribunales para pagar por sus acciones. Y detenciones siguen produciéndose. Además de que la política penitenciaria no ha abierto resquicios para tratos de favor.

Así pues, que continúen las detenciones.

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