Nos engañan con el indulto a los presos del procés
El Gobierno tiene intención de indultar a los independentistas que protagonizaron en Cataluña el asalto al Estado. Es una evidencia. Pero no lo dicen. Y no lo van a reconocer.
Ahí está el silencio de Pedro Sánchez, quien, cuando se le ha planteado la cuestión, no lo admite. Pero tampoco niega que lo vaya a hacer.
Por si faltara algo, el PSOE, que, estando en la oposición, había impulsado una ley para reformar la legislación de indultos, ahora, en el Gobierno, ha dado marcha atrás. Y hasta ha intentado crear una comisión de 'sabios' que le dieran la razón, aunque no los ha encontrado.
Pero es que ayer preguntaron por lo mismo a la ministra Dolores Delgado, en la Comisión de Justicia del Congreso.
La oposición intentó que, hablando en nombre del Ejecutivo, disipara las dudas sobre una amnistía a los soberanistas presos. Y la ministra se mantuvo en la línea, es decir, no negando que desde La Moncloa se esté preparando esa medida de gracia.
El diputado interviniente comentó que hasta ese momento se había sentido "preocupado" pero que, ante la respuesta de Dolores Delgado, ahora estaba "aterrado".
¿Por qué aterrado? Porque le sería muy fácil al Gobierno decir, sin más: no habrá indulto. Si no lo dicen, es que lo piensan aplicar. Así de sencillo.
Dolores Delgado intentó liar al diputado, explicándole que, para que sea posible firmar un indulto, es preciso que haya pena. Es decir, que antes ha de celebrarse el juicio, y que a continuación ha de existir sentencia firme.
El problema es que, o la ministra intentó engañar, o bien, y a pesar de ser fiscal de profesión, no está bien informada. Porque, como explicaba ayer ECD, la legislación vigente sí permite indultar a los acusados de rebelión o sedición sin esperar a que exista juicio y condena. O sea, desde ya.
Lo relevante, en fin, es que el Gobierno Sánchez se guarda en la manga la opción del indulto a los independentistas catalanes, en concreto para esos dos delitos, rebelión y sedición, si fueran condenados por alguno de ellos.
En lo que se refiere al resto de delitos, por ejemplo el de malversación (que parece bastante probable que haya condena), son penas mucho menos graves que en los casos anteriores. De forma que los condenados podrían estar en la calle en poco más de dos años.
De todas formas, la opción del indulto no hay que contemplarla a corto plazo. El Gobierno no puede hacerlo en vísperas de unas elecciones, porque pagaría un alto precio en las urnas. Así que no lo habrá antes de los comicios locales y europeos de mayo, y tampoco antes de que se celebren elecciones generales.
¿Para qué quiere Pedro Sánchez asegurarse una carta en la manga, con esa opción del indulto? Para negociar con los catalanes el apoyo a su investidura tras las siguientes elecciones generales, a cambio de una medida de gracia que, por tanto, no se producirá sino después de que hablen las urnas.
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