Los palmeros traicionan a Pedro Sánchez
No es común que un Gobierno se vea derrotado en el Congreso de los Diputados, y menos aún con un resultado tan abultado, de 193 votos en contra frente a 156 a favor.
Es lo que le ocurrió ayer a Pedro Sánchez con el polémico real decreto sobre los remanentes de los Ayuntamientos que se quería quedar Hacienda, y que resultó tumbado por una amplia mayoría de la Cámara.
Con ese motivo, el Gobierno se ha encontrado sin los apoyos de socios fieles como Esquerra y PNV, y ha salvado con dificultades (a pesar de Ada Colau) el respaldo del socio principal, de Podemos, al que se ha sumado un despistado diputado de Teruel Existe al que, por lo que parece, le han engañado.
Se trata de la primera gran derrota parlamentaria de Pedro Sánchez. Un precedente que puede resultar muy peligroso porque, parodiando el conocido refrán “el votar es como el rascar: todo es empezar”, podría suceder que los diputados se acostumbren y le cojan el gusto a dar collejas al Gobierno.
El Ejecutivo ha tenido en contra a la totalidad de los grupos parlamentarios, de todos los colores. Y, encima, eso ha ocurrido a las puertas de un debate endiablado, como son los Presupuestos Generales del Estado para 2021.
En cuanto al varapalo, no será porque no se lo habían avisado incluso los alcaldes socialistas, muchos de ellos igualmente contrarios a las intenciones de Hacienda.
Ahora hay que dilucidar si la derrota se ha debido a un empecinamiento de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, o también han estado detrás (como es más que probable) el mismísimo Pedro Sánchez por persona interpuesta, es decir, con Iván Redondo en la sombra. Entonces, el fracaso es suyo.
Ha sido un grave error de cálculo, que ha colocado a este Gobierno en el récord de los decretos-ley tumbados por la Cámara: dos del total de cinco que lo han sido en cuarenta y cinco años de democracia.
Y, ojo, porque vienen también turbulencias en otros ámbitos. Uno de ellos, altamente delicado, el de los funcionarios. Un colectivo peligroso donde los haya, y que ha empezado ya a movilizarse ante las informaciones de que el Gobierno prepara una congelación salarial para el año que viene.
Como para abonar el terreno, Nadia Calviño ha comentado que los funcionarios "han ganado poder adquisitivo" estos últimos años y María Jesús Montero ha hablado de explorar "todos los escenarios".
Llamativa resultó la respuesta que ayer dio el ministro de Seguridad Social, José Luis Escriva, a la pregunta de Carlos Alsina sobre si el Ejecutivo planea la congelación: “No me consta”. A buen entendedor…
Así que los empleados públicos se han revuelto, y ya han anunciado que no aceptarán recortes.
Primera, y severa, derrota parlamentaria, los Presupuestos en el aire, los funcionarios movilizándose… parece que llegan tiempos borrascosos para el Gobierno.
Tiempos en los que van a ser muy necesarios lo apoyos perdidos ayer en el Congreso, donde se escenificó una rebelión de los aliados, de los que garantizan la actual mayoría parlamentaria. Pedro Sánchez tendrá que tener cuidado.
Muy claro se lo dijo, en el Pleno, Joan Balldoví, portavoz de Compromís: “Aprendan que tienen aliados, no palmeros”.
Porque esta vez Pedro Sánchez se ha quedado incluso sin los palmeros.
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