José Apezarena

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, ¿quién cabalga el tigre?

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias tras firmar el acuerdo para un Gobierno de coalición
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias tras firmar el acuerdo para un Gobierno de coalición

Es bastante conocida la expresión “cabalgar el tigre”, que al parecer procede del proverbio hindú “Quien cabalga un tigre, no se apea fácilmente de él”.

El jinete no se apea, se entiende, porque, si lo hiciera, en cuanto pusiera pie a tierra acabaría devorado por el animal.

Por lo que cuentan, lo utilizó ya Nietzsche en su filosofía, Kennedy en el discurso inaugural de la presidencia, y ha sido título de un libro famoso de Julius Evola.

La metáfora se suele aplicar, por ejemplo a quienes logran cabalgar el tigre del poder pero luego no saben cómo apearse. Algunos de esos terminan devorados por su cabalgadura, mientras que otros deciden morir a lomos del tigre. Pero todos los casos terminan fatalmente.

Cabría adjudicarlo también a quienes conciertan compromisos o alianzas que les pueden llevar a la perdición, porque en realidad han firmado el pacto con un tigre que acabará devorándoles.

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias acaban de rubricar un acuerdo para conformar en España un Gobierno de coalición de sus respectivos partidos. Y, no sé por qué, tengo la sensación que aquí se está escenificando de nuevo un cabalgar el tigre.

Lo que no tengo del todo claro, en esta atrevida comparación, es quién es el tigre y quién el caballero asentado en su lomo. Es decir, quién de los dos acabará al final devorado.

¿Es Pedro Sánchez el tigre que, como resultado de ese convenio, terminará canibalizando al líder de Podemos y a su partido?

¿Ocurrirá al revés? ¿El desenlace será la desaparición del PSOE, abducido, junto con su líder, por esa formación, populista y transversal, más joven y enérgica, más atrevida y ambiciosa, que se llama Podemos?

 

Lo que sí creo tener claro es que los dos no van a sobrevivir a ese concierto de intereses. Uno lo va a pagar muy, muy caro. Definitivamente caro.

Lo cual trae a la cabeza, por analogía, otra parábola animalística, la del abrazo del oso. Ese mortal enganche que acaba con la vida del humano que quedó al alcance de la fiera.

Por cierto, que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias sellaron su fraternal acuerdo con un aparatoso abrazo ante las cámaras, en medio del aplauso de los circunstantes. Y aquí cabría preguntarse igualmente quién era el oso y quién la víctima.

Aunque también podría ocurrir que los osos fueran los dos.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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