José Apezarena

Pedro Sánchez pone en marcha su "plan B": España

Quim Torra y Pedro Sánchez, en La Moncloa.
Quim Torra y Pedro Sánchez, en La Moncloa.

Hace buen número de meses, una persona con acceso a La Moncloa, al entorno íntimo del presidente, me confió que Pedro Sánchez guardaba, escondida en su cartera, una estrategia que, desde su punto de vista, sería la baza final para ganar las elecciones próximas.

Estábamos en tiempos en los que el presidente se esforzaba por ganarse a los ámbitos independentistas catalanes, a los que podía necesitar en caso de investidura, bien con el voto a favor de su candidatura, bien al menos con la abstención, que resultaría suficiente.

Protagonizó entonces ostensibles gestos de acercamiento, buscando las complicidades. Fueron los momentos, por ejemplo, de la entrevista en la cumbre con Quim Torra, en Barcelona, en Pedralbes, y de la nota que firmaron conjuntamente los "dos presidentes".

Pero, al mismo tiempo, y coincidiendo con aquellas zalemas, Pedro Sánchez tenía preparada una opción bien distinta, incluso contraria, que podía resumirse en declarar rotundamente la guerra al independentismo y apostar por la línea dura, sin descartar poner en marcha de nuevo el temido artículo 155 si hiciera falta.

Los consejeros del presidente habían evaluado estadísticamente tal eventualidad y habían obtenido un resultado contundente: una actuación así garantizaría de nuevo la presidencia del Gobierno.

Pues bien, ese momento ha llegado. Pedro Sánchez ha empezado a poner en práctica su "plan B" para ganar las elecciones. Un plan que, según lo previsto, tiene epicentro en la cuestión catalana, y por tanto, en la exacerbación del "españolismo" del candidato.

"Ahora Gobierno, ahora España", es el lema de campaña que acaba de poner en marcha Pedro Sánchez de cara a los comicios de noviembre. Hasta cuarenta veces pronunció la palabra "España" durante la presentación.

Y Cataluña protagonizó en gran medida su discurso. Pero esta vez sin ninguna complacencia. Más aún, lanzó un amenazador aviso a los independentistas catalanes: "Que no jueguen con fuego".

"Los independentistas -afirmó- llevan mucho tiempo equivocándose. Han cometido errores gigantescos y fatales. Les reclamo que no jueguen con fuego, que condenen rotundamente la violencia en todas sus formas y venga de donde venga, también si procede de sus filas".

 

Olvidándose ahora de la cuatribarrada, Pedro Sánchez se ha envuelto en la bandera de España. Todo sea por los votos. Por seguir en La Moncloa.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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