¡Pobre princesa Leonor!
Ver juntos a Pablo Casado y a José Luis Ábalos presentando al alimón un libro tiene su punto de sorpresa, sin duda. Pero mucho más si se trata de una obra de contenido monárquico.
El presidente del Partido Popular y el secretario de Organización del PSOE protagonizaron la semana pasada la presentación del libro “Leonor. El futuro condicionado de la Monarquía”, del que es autora Carmen Remírez de Ganuza.
La periodista ‘explicó’ la presencia de dirigentes de esos partidos afirmando que son las formaciones políticas que sostienen la continuidad de la actual monarquía en España, como demostraron, como dato más reciente, con la abdicación de don Juan Carlos y la sucesión de Felipe VI.
Tras afirmar que en este país los políticos hablan poco de la monarquía, Remírez de Ganuza destacó la paradoja de que, mientras los dirigentes y cargos del PP manifiestan en público un claro apoyo a esa forma de Gobierno, pero en privado se muestran remisos y reticentes; los socialistas, que en público parecen ir a la contra, en privado se pronuncian de forma bastante más entusiasta.
En su intervención, Pablo Casado proclamó su lealtad a la Corona, que calificó como el mejor garante de la unidad de España, en un momento delicado, en el que gravita la amenaza de desafío independentista catalán.
José Luis Ábalos, que se proclamó hombre de la Transición, diciendo que son los mejores 40 años que ha vivido este país, afirmó que no renuncia a sus valores republicanos, procedentes de la Ilustración, que sin embargo son compatibles con una forma de gobierno como la monarquía parlamentaria imperante en España.
A la hora de hablar de la protagonista del libro, o sea, de la princesa Leonor, heredera del trono, ninguno de los dos planteó la menor duda sobre si llegará a reinar un día. Por lo visto, creen que sí. Y se producirá la novedad de que ocupará el trono una mujer, tercera reina de España según la historia.
Respecto a la propia existencia de Leonor, Ábalos no pudo menos de afirmar que sentía “un poco de compasión” por una niña de trece años (él mismo tiene una hija de esa edad) a la que ya empiezan a diseccionar.
Consideró “un peso cruel” el tipo de existencia que, en principio, le aguarda, condicionada en sus decisiones personales por la realidad de ser heredera del trono. Algo que llevará consigo mucha renuncia personal.
Y tiene razón. Se está acercando el momento de que la princesa Leonor abandone inevitablemente el caparazón que han forjado sus padres, que le ha protegido bastante bien hasta ahora.
Le aguardan situaciones y decisiones que le marcarán de por vida. Cuándo protagonizará por ver primera los premios que llevan su nombre. La jura de la Constitución dentro de cinco años, al cumplir los 18. Qué carrera universitaria deberá estudiar, si le es exigible una preparación militar y de qué intensidad. Si podrá realizar un master y dónde…
Su padre, Felipe VI, ha pasado por esos mismos trances. Y el resultado no ha sido malo. Hay que esperar que su hija Leonor también lo supere. Que le estén preparando para ello. Para salir adelante a pesar de los hitos citados que le van a marcar aún más la vida.
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