José Apezarena

Podemos, los comunistas del siglo XXI

Manifestación a favor de la tercera república.
Manifestación a favor de la tercera república.

Da la impresión de que el sorprendente, en su día, fenómeno Podemos se desinfla de forma irremediable

Aquella irrupción estelar en la escena política española, al rebufo de movimientos como el 15 M, cuando algunos periódicos, uno de ellos El País, incluso pronosticaron que podría llegar a hacerse con el Gobierno de España, se ha traducido en un parón en seco. E incluso en el inicio de la decadencia.

Un dato de estos días: Podemos, que tan mal resultado ha alcanzado en Andalucía, se ha “salvado” allí gracias al voto de Izquierda Unida.

Así pues, y tal como algunos pronosticamos en su momento, todo indica que el partido de Pablo Iglesias acabará ocupando la posición que un día tuvo el Partido Comunista, ahora transformado en Izquierda Unida. Esa será la fuerza que acabará teniendo. Como máximo.

Dicho lo cual, sigue pareciéndome una extravagancia política el hecho de la pervivencia del comunismo y de los comunistas, avanzado como está ya el siglo XXI.

Confieso que, cuando aparecieron en escena aquellos jóvenes líderes de Podemos, como Pablo Iglesias y Tania Sánchez, con los que en varias ocasiones debatí en tertulias de las televisiones, me asombró sobremanera su ideología comunista. Así lo escribí entonces.

Me pregunté cómo era posible que, en estos tiempos que corren, con lo que la humanidad ha caminado ya, y con la historia acumulada, sigan existiendo comunistas. Pero, sobre todo, que haya comunistas jóvenes.

Pues esa misma perplejidad me envolvió el jueves, 6 de diciembre, aniversario de la Constitución, cuando me topé, en plena calle de Alcalá, con una manifestación de organizaciones comunistas en contra de la Carta Magna y en defensa de la República.

Allí desfilaban banderas rojas, con carteles y pancartas del PCE, PCE (m-l), PCPE, Juventudes Comunistas, Joven Guardia Roja…

 

Desde el punto de vista republicano, lanzaban gritos de “No hay dos sin tres, república otra vez”, “Franquismo y monarquía, la misma porquería”, y cantaban, al ritmo de “Guantanamera”, “Quién te ha votado. Felipe quién te ha votado”.

Más me sorprendió aún escuchar un eslogan de los tiempos de la guerra civil: “Madrid será la tumba del fascismo”. ¡Vaya lema moderno!

¿De dónde salen los comunistas que desfilaban por la calle de Alcalá? Verdad es que apenas superaban el medio millar, pero allí estaban. Un parte de ellos eran personas muy veteranas, que deduje que sí conocieron los sucesos al año 36 y siguientes, y el franquismo. Entendí que acudieran a esa convocatoria.

Pero con ellos marchaban también grupos de chicos y chicas del entorno de los veinte años o poco más, es decir, nacidos en los umbrales de este siglo. Y volví a plantearme la pregunta: a estas alturas, ¿cómo pueden ser comunistas esos/as jóvenes?

Con lo que ya se ha conocido del comunismo en su aplicación práctica, en Rusia, en Camboya y Vietnam, en China, en Corea del Norte y en Cuba ahora… ¿puede ser una ideología defendible en pleno siglo XXI?

Pablo Iglesias parece haberse aferrado a esa apuesta. Enfrente aparece un personaje mucho más interesante, Íñigo Errejón, que propone un Podemos transversal, pluricultural y multiclasista. Me parece que la primera opción, el Podemos comunista, no tendrá demasiado recorrido. El otro, el de Errejón, quizá podría llegar algo más lejos. Veremos.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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