José Apezarena

Quién es el político que tiene más enemigos

Resulta tradicional en las encuestas políticas preguntar por la valoración de los líderes, para trazar a continuación un seguimiento en el tiempo sobre cómo les va, si suben, se mantienen o bajan.

Lo ha cumplido de nuevo el CIS, que en su último trabajo, publicado esta semana, ha dado a conocer cómo andan hoy de presunta popularidad los cuatro principales líderes del país.

De más a menos valoración, Alberto Garzón obtiene un 5,23 de nota media (es el único que aprueba), Albert Rivera se apunta un 4,55. Pedro Sánchez un 4,19, Pablo Iglesias logra el 4,06 y Mariano Rajoy alcanza un 3,43.

Visto lo que viene ocurriendo sistemáticamente, año tras año, en realidad esos sondeos deberían titularse ¿quién es el político que tiene más enemigos? Es la lectura que conviene hacer al enfrentarse a los citados datos. Lo que se contabiliza en realidad no son partidarios, sino enemigos, que no es lo mismo.

Por poner el caso de Rajoy, votan en contra del todavía presidente del Gobierno y líder del PP todos los sectores ideológicos rivales sin excepción, cosa que no ocurre con el resto. Con los demás, el castigo se reparte: ninguno acumula la totalidad de los otros espacios. A Rajoy, nadie que no sea del PP la va dar su apoyo. Ni un solo votante de izquierdas lo va a hacer, y tampoco los nacionalismos. Y entre sus propios votantes hay muchos que lo rechazan.

Por el contrario, Albert Rivera, Pedro Sánchez o Pablo Iglesias pueden cosechar apoyos en varios ámbitos ideológicos distintos, sin descartar sectores de la derecha más o menos despistados.

En el caso del ganador del concurso, Alberto Garzón, lo ha logrado porque es el que menos enemigos tiene. Y ocurre, entre otros motivos, porque en realidad no lo ven como rival del que preocuparse: no creen que vaya a ser presidente del Gobierno.

Es lo mismo que sucedía, en el pasado, con Julio Anguita, que salía siempre como el político más estimado, incluso de forma destacada. Pero eso no hacía, ni mucho menos, que tuviera alguna posibilidad de ganar las elecciones. Nunca la tuvo.

Así pues, queda claro. El político con más enemigos es Mariano Rajoy. Otra cosa es lo que vaya a ocurrir en las elecciones del 26 de junio y con la futura formación de Gobierno.

 

Hablando de valoraciones y de enemigos, José Luis Rodríguez Zapatero consiguió sus peores registros en abril de 2011, cuando se convirtió en el presidente del Gobierno con más negativo aprecio ciudadano. Su nota de 3,30 puntos le situó por debajo incluso de la que obtuvo Felipe González en plena explosión del caso GAL, y de la de José María Aznar durante la guerra de Irak.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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