José Apezarena

Las preguntas sobre el préstamo del rey a Cristina

Relatan las crónicas sobre la comparecencia de la infanta Cristina en el juzgado de Palma, que uno de los momentos álgidos se produjo cuando el juez Castro le apretó sobre el préstamo que lo hizo su padre, el rey, para la compra de la mansión de Pedralbes.

No deja de ser cuestión sorprendente que el magistrado apostara tanto por ese concreto asunto, que no tiene nada que ver con los dos delitos que le atribuyó en el auto de imputación, acusaciones que, por tanto, son la causa y el objetivo de la citación a declarar: delito fiscal y blanqueo de capitales..

El juez Castro volvió a dar en hueso con esa concreta estrategia porque, como se ha publicado ampliamente, el famoso préstamo, no sólo es absolutamente transparente y legal, sino que incluso fue firmado ante notario, y la escritura se difundió en su día por la propia Zarzuela. Las cosas no pueden estar más explicadas ni más claras.

No habría que descartar, entonces, que la fijación del magistrado, la insistencia en cuestionar y remover ese concreto detalle, tenga algo que ver con una intención suya, no reflejada en el auto de imputación: el oculto deseo de involucrar al propio rey Juan Carlos en los asuntos investigados.

Algo, el papel del rey, que, por cierto, en otros interrogatorios centró buena parte de sus preguntas.

Si tal fuera la voluntad del juez instructor, debería manifestarla con claridad, en lugar de recurrir a una citación tramitada expresa y únicamente para hablar de delito fiscal y blanqueo de capitales. ¿Tiene mucho que ver el préstamo del rey a su hija, como digo escriturado ante notario, con telas cuestiones? Parece que no.

Las crónicas ponen el acento en que ese fue el momento más emotivo de la comparecencia, cuando el juez planteó a la infanta si su padre tenía confianza en que le devolvería el prestamos. A lo que la infanta Cristina respondió que sí, añadiendo eso de que “al fin y al cabo es mi padre”.

 
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