Pucherazos y depresión electoral en el PSOE
Si los detenidos en Mojácar por comprar votos no hubieran sido dos candidatos del PSOE, sino del PP, y los socios de Coalición por Melilla no fueran la izquierda, sino el PP, en España estaríamos viviendo hoy el asedio a las sedes del Partido Popular y un nuevo y masivo "pásalo".
Leo ese comentario en el twitter de la periodista Paloma Cervilla, y creo que tiene toda la razón.
Hoy el país estaría en llamas, si las noticias sobre ilegalidades electorales hubieran afectado en primera línea al Partido Popular.
Pero no se trata de una suposición. Basta recordar lo ocurrido en el año 2004, cuando, la víspera de las elecciones generales del 14 de marzo, la sede de la calle Génova se vio cercada por cientos de manifestantes, movilizados desde el PSOE por Rubalcaba y con el apoyo de la cadena de radio amiga.
Se habla hoy de pucherazos, y eso es algo que desanima a cualquiera. Desconcierta que operaciones fraudulentas como las que están saltando a los medios se produzcan en esta España nuestra.
Aparte del escandalazo de Melilla, en Mojácar dos candidatos socialistas han sido detenidos y, además, anda por medio un ex senador del PSOE.
Y, por si fuera poco, resulta que ese pucherazo salpica a La Moncloa, en la persona del ministro Bolaños, quien, recordando su patinazo en los actos del 2 de mayo, debe de estar viviendo las peores semanas de su vida política.
El ministro de Presidencia se implicó especialmente en la candidatura del PSOE de Mojácar, ahora investigada por fraude electoral, y hasta llegó a decir al candidato socialista: "Uno va haciéndose olfato... Manolo, tú vas a ser Alcalde de Mojácar el próximo 28 de mayo". Olfato, lo que se dice olfato... no parece tener el ministro.
Por cierto que la fotografía de Bolaños junto al número uno de la lista por Mojácar y el vídeo de aquel acto han desaparecido de las redes.
Los chanchullos van saltando como hongos: detención de la candidata del PSOE a la alcaldía de la localidad murciana de Albudeite, denuncias en Moraleja de Sayago, La Gomera... y hasta en Orihuela del Tremedal (Teruel), donde ha sido impugnado el censo tras aparecer 68 empadronados desconocidos. Más lo de Maracena, que afecta al número tres del PSOE andaluz.
Acudiendo a la socorrida teoría del iceberg, no es posible evitar el temor de que, lo que se está conociendo, es en realidad solamente una pequeña parte de lo que sucede, que no conocemos ni sospechamos
A propósito de pucherazos, era inevitable que se volviera a recordar el que protagonizó Pedro Sánchez en su propio partido, cuando, durante el Comité Federal en el que sería depuesto, intentó votar la celebración de un Congreso extraordinario en una urna escondida detrás de una mampara, sin control, ni censo, ni interventor. Con tales precedentes, se comprende que algunos hasta desconfíen del presidente del Gobierno.
Se cuenta ahora que en Ferraz han entrado en depresión. Porque, a pesar de los esfuerzos ímprobos de Sánchez, no están ‘colocando’ ninguno de los grandes anuncios preparados para el final de campaña. La polémica sobre Vinicius Jr. y el racismo ha copado portadas y titulares, sin dejar un hueco libre, y ahora lo de Melilla, Mojácar, Maracena, Albudeite...
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