José Apezarena

En quién puede delegar Rajoy la investidura

Mariano Rajoy acaba de repetir que está dispuesto a aceptar el encargo del rey Felipe VI de afrontar la investidura, si fracasa el intento del actual candidato, Pedro Sánchez.

El líder del PP siempre ha mantenido que lo suyo no fue una renuncia definitiva, sino que había respondido al monarca que no podía asumir el encargo porque en ese momento, por ahora, todavía, no contaba con los apoyos necesarios para sacarla adelante. No habiendo dado, pues, una negativa total, considera que dejó la puerta a una posible nominación posterior.

El problema de fondo es que su propia persona, la figura de Mariano Rajoy, se encuentra intensamente cuestionada. Tanto, que en estos momentos parece impensable que, si se somete a la investidura, pueda conseguir apoyos de otros partidos, incluido el más cercano, Ciudadanos.

El perfil del todavía presidente del Gobierno se encuentra tan dañado, acosado en las últimas fechas por los nuevos escándalos de corrupción, que parece un imposible que su candidatura sea votada por otras fuerzas. Cosa distinta es que el nombre que sugiera el Partido Popular no sea el de su presidente.

La gran pregunta es saber si Rajoy, sintiéndose bloqueado, estaría dispuesto a ceder el paso a otra persona para que intentara la investidura, caso de que le llegue el mensaje de que, en ese supuesto, el PP conseguiría apoyos y estaría cerca de renovar Gobierno.

Como detalle de análisis, al terminar la gélida entrevista con Pedro Sánchez, en la rueda de prensa posterior, Rajoy afirmó que su posición era la formación de un nuevo Gobierno “presidido por el Partido Popular, que es quien ha ganado las elecciones”. No dijo presidido por él mismo. No pronunció su nombre, sino que habló del PP.

Si decidiera pasar el testigo a otro, si se produjera tal gesto de generosidad y sentido de Estado, y también de pragmatismo, el líder popular tendría que reflexionar profundamente sobre qué persona debería afrontar ese intento de investidura.

Acogiéndonos a su permanente auto definición, de que él es una persona previsible, la lógica apunta a que tendría que nominar a su “número dos”. Y aquí viene la duda. ¿Número dos… del Gobierno o del partido?

En el primer caso, hablamos de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, en quien, según hemos publicado en ECD, Rajoy ya piensa como candidata a presidir el partido en un congreso nacional del PP en la oposición.

 

Pero si apuntara al partido, la número dos es la secretaria general, María Dolores de Cospedal, quien, sin embargo, se encuentra en horas bajas y es casi seguro que no renovará el cargo en el citado congreso del PP.

A efectos de conseguir apoyos (votos) en otros ámbitos políticos, Sáenz de Santamaría se halla mejor posicionada que Cospedal. Además de que su imagen no se encuentra tan contaminada por los escándalos de corrupción.

Reconozco que todo esto empieza a entrar en el terreno de la política-ficción. Pero es que la situación que vive el país es precisamente eso, política-ficción.

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena

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