Por qué se asusta Sánchez

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, entrevista en Moncloa para pactar el desbloqueo de la Justicia

La crisis de la Justicia, es decir, los bloqueos en el Consejo del Poder Judicial y en el Tribunal Constitucional, está encarrilada. Hay acuerdo entre Gobierno y Partido Popular, aunque se tardará en anunciar. Se forjó en el encuentro que mantuvieron en Moncloa Sánchez y Feijóo.

Tal como adelantó ECD, existe un pacto, que incluye tres decisiones: 1) se elegirá ya un nuevo CGPJ con las normas actuales, las ahora en vigor; es decir, que el Gobierno podrá colocar a sus candidatos en las dos instituciones. 2) el sistema de elección se modificará, para que sean los jueces, y no los políticos, quienes designen a la cúpula judicial. 3) esa modificación, que requiere una reforma legislativa, se aplicará, no en este renovación, sino ya a partir de la siguiente.

Un cuarto condicionante es que el Partido Popular exige que el acuerdo se concrete por escrito y se firme, para que no haya después traiciones.

¿Por qué se tardará en anunciar? Porque los interlocutores socialistas han solicitado tiempo para, como suele decirse, ‘preparar el relato’. Tienen que explicar a su clientela por qué ahora aceptan un cambio legislativo al que se han resistido durante meses como gato panza arriba.

También los populares han de dar ‘explicaciones’. Es decir, argumentar ante sus seguidores por qué aceptan que el CGPJ sea designado con el procedimiento ahora vigente, o sea, por los políticos (o sea, por el Gobierno). Venderán que han logrado que se cambiará en el futuro.

Vídeo del día

Abascal: “Hemos asistido a un bochorno internacional de consecuencias incalculables”

 

¿Y cómo ha sido posible que Pedro Sánchez haya aceptado modificar el sistema de elección de la cúpula judicial?

La clave ha sido la presión, directa e inmediata, ejercida por Bruselas, incluyendo una visita a Madrid del Comisario de Justicia, Didier Reynders.

Europa se ha mostrado contundente: los jueces (no los políticos) tienen que elegir a los jueces que integran los órganos de control y gestión judicial.

¿Y por qué es ahora cuando el presidente del Gobierno ha optado por hacerles caso? Porque no quiere disgustar más a Bruselas.

Ya nos están poniendo dificultades a propósito de los fondos europeos, con la amenaza de congelarlos si no explicamos bien en qué los gastamos. Aunque en este caso es solo un aviso y no llegará la sangre al río.

Hay otro motivo. Reynders puso el foco en las consecuencias que podría tener para la Presidencia Española de la Unión Europea, que corresponde en el segundo semestre de 2023, que persista el bloqueo en la renovación del órgano de gobierno de los jueces y que no se haya reformado el sistema de elección de los vocales del CGPJ.

Más aún le preocupa a Pedro Sánchez (yo diría que le asusta) el riesgo de que España empiece figurar junto con países ‘sospechosos’ de falta de democracia, de no ser realmente estados de derecho, como Hungría y Polonia.

Pero sobre todo le asustan los riesgos para su futuro ‘europeo’. Porque Pedro Sánchez tiene un objetivo oculto: acabar un día al frente de una de las grandes instituciones de la UE. Es su proyecto personal más querido, una vez que ya ha sido presidente del Gobierno en España.

Eso está detrás de tantos gestos ‘internacionales’ como protagoniza, incluyendo viajes a la ONU para anunciar generosos donativos a fundaciones y organismos varios.

¿Puede Sánchez convertirse en uno de los tres o cuatro altos cargos europeos? Por supuesto. El motivo es que en Europa ese tipo de cargos se reparten, se distribuyen en función de cuotas políticas: un tercio (a veces, la mitad) corresponden a los conservadores, un tercio (a veces, la mitad) a los socialistas, y el otro tercio para quienes se sitúan a continuación, que en muchos casos han sido los liberales.

Visto desde Bruselas, en este momento Pedro Sánchez es uno de los socialistas más destacados, líder de su partido en España, y sobre todo presidente durante casi dos mandatos.

A eso es lo que ha mirado, cuando ha decidido someterse al criterio de Europa y aceptar una cambio legislativo para que los jueces elijan a los jueces. Lo que ha conseguido es que no se aplique ahora.

editor@elconfidencialdigital.com

Más en Twitter