José Apezarena

Qué espiaron a Pedro Sánchez utilizando Pegasus

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante una reunión con el Rey Mohamed VI en Rabat, el pasado mes de octubre.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante una reunión con el rey Mohamed VI en Rabat en octubre.

Se encuentra en España la comisión de Parlamento Europeo que se ha propuesto investigar el ‘caso Pegasus’, en su doble enfoque: la versión ‘catalana’, es decir, el espionaje con dicho programa a dirigentes del independentismo, y la versión ‘estatal’, las escuchas a miembros del Gobierno.

Como es bien conocido, los teléfonos del presidente del Gobierno y de los ministros de Defensa, Interior, Exteriores y Agricultura fueron pinchados, no se sabe durante cuánto tiempo.

Aunque la herramienta era la misma, el programa israelí Pegasus, los autores de las escuchas son muy distintos. En el primer caso, se apuntó al CNI (la entonces directora, Paz Esteban, presentó la dimisión), en el segundo las sospechas se centran en Marruecos.

El Gobierno ha decidido dar plantón a esa delegación europea, de forma que ni el presidente ni ningún ministro recibirán a los delegados, y tampoco lo harán la presidenta del Congreso y el Defensor del Pueblo. Toda una declaración de intenciones, sin duda.

Esa postura ha dado alas al nacionalismo catalán para insistir en solitario en la denuncia del espionaje por “el Estado” a los líderes del independentismo.

Los europarlamentarios tenían intención de escuchar al ministro de Exteriores, José Manuel Albares, para hablar de la “dimensión exterior del espionaje” y las posibles injerencias extranjeras. O sea, de Marruecos.

Resulta que los teléfonos del presidente y varios ministros fueron pinchados y todo mira a Rabat. ¿Y cuál ha sido la reacción del Gobierno de España ante tamaño acto de agresión? Ninguna, que se sepa. Ninguna. Silencio.

El caso Pegasus saltó a los medios en abril de 2022. Fue entonces cuando se conoció públicamente, pero estaba siendo investigado desde antes. En esos mismos tiempos, el presidente Sánchez anunciaba, de forma unilateral, sin consultar al Parlamento, pero tampoco a su gobierno, un giro radical a la política de España sobre el Sahara y su apoyo a la posición marroquí de considerarlo territorio de soberanía.

Nunca ha explicado Pedro Sánchez por qué dio ese cambio tan contundente. No ha expuesto argumentos de fondo, razones de conveniencia... Y tampoco si detrás se esconden presiones y, ese caso, de quién o quiénes. Desde luego, tendrían que provenir de alguien con razones muy poderosas, como para forzar al presidente del Gobierno de España.

 

¿Tienen algo que ver las escuchas que sufrió mediante la utilización del programa Pegasus? ¿Qué le escucharon, qué grabaron los servicios de inteligencia marroquíes?

Alguien podrían replicar que me estoy excediendo con la pregunta. No lo creo. Porque, mientras no se desvele el trasfondo de ese cambio tan extraño, cualquier teoría es posible. Y esa en primer lugar.

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