José Apezarena

De quién se esconde Pedro Sánchez

Pedro Sánchez en EEUU.
Pedro Sánchez en EEUU.

Pedro Sánchez acaba de realizar una gira por Estados Unidos, que le ha llevado a Nueva York, Los Ángeles y San Francisco. El programa no incluyó Washington, para no dejar en evidencia algo que está muy claro: que Joe Biden no quiere recibir al presidente del Gobierno de España.

Pasan los meses, y el inquilino de la Casa Blanca sigue ninguneándole. Según los analistas más reputados, algo tiene que ver la existencia en España de un Gobierno con comunistas, un tipo de personas que en Estados Unidos no gozan de muchas simpatías, en partidos, empresas, medios de comunicación... Aquí tenemos una situación que no se da ningún país europeo. En ninguno.

No se sabe si por eso, porque la figura de Sánchez no les parece relevante, o por lo que sea, la realidad es que la prensa norteamericana ha pasado ampliamente de la visita.

Un amigo mío, periodista cualificado, se ha tomado el trabajo de repasar los periódicos de Estados Unidos, y no ha encontrado ni una sola mención al tránsito del presidente del Gobierno por aquellas tierras. Tal como si no hubiera estado allí.

No importa. Porque le han entrevistado en una televisión y, ¡oh maravilla!, resulta que en redes sociales han aparecido comentarios elogiosos sobre la guapura del visitante. Hasta el punto de compararle nada menos que con Superman, tal como se ha contado con fruición por aquí.

Así pues, ¿ha inquietado algo al equipo de Moncloa el silencio de los grandes diarios? En absoluto. Han valorado las elogios a la donosura de Pedro Sánchez. Y más aún el apreciable eco recibido en España.

No se han inquietado lo más mínimo, porque en realidad se trataba de un viaje, como tantos otros, para consumo interno. Dirigido a promover y potenciar en España la imagen del presidente del Gobierno, que es de lo que se trata. Eso es lo que se persigue constantemente, con todo lo que protagoniza.

Y, sin embargo, parece que la fórmula no funciona demasiado. Al menos por lo que dicen los hechos.

Los hechos son que, últimamente, cada vez Pedro Sánchez sale a la calle, que se deja ver en vivo y en directo y no en plasma, ha de escuchar gritos y abucheos. Se está convirtiendo en norma. Quizá eso explica por qué las encuestas insisten en reseñar una caída en la intención de voto

 

Le ha vuelto a ocurrir en Salamanca, a donde ayer acudió para asistir a la conferencia de presidentes. Unas decenas de personas, congregadas junto a la Plaza Mayor, abuchearon al presidente del Gobierno, con gritos de “traidor”, “dimisión” o “no te queremos en España”.

El acto de Salamanca era otro performance organizado desde Moncloa, que se había esforzado para que no faltara nadie. Y allí estaba, en cuerpo presente, el lehendakari. Un muy agradecido Urkullu, que paga así las muchas dádivas recibidas, las últimas en forma de tres nuevos impuestos transferidos. Como proclama la frase popular, por el interés te quiero, Andrés.

En La Moncloa son conscientes de que Sánchez no atraviesa su mejor momento de popularidad, y de que la calle está demasiado caliente para él. Por eso, andan con secretitos sobre dónde va a pasar las vacaciones este verano, cuándo y con quién. No quieren escraches ni otros malos rollos.

El propio afectado está jugando a lo mismo. En la rueda de prensa urbi et orbi para hacer balance de la gestión del Gobierno, una periodista le preguntó a dónde pensaba ir de vacaciones, y Pedro Sánchez respondió a la gallega: “Estaré con mi familia”. Vale.

En resumen, Sánchez teme a la calle, a la gente. Por eso no va a dar la cara este verano.

Lo de esconderse viene de atrás. Cree que le basta con controlar determinados medios de comunicación y que ellos fabriquen la imagen. Y por ahora no le va tan mal: sigue viviendo en La Moncloa.

editor@elconfidencialdigital.com

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