¿Quién será responsable de que los socialistas sigan gobernando Andalucía?
Los tres partidos “ganadores” de las elecciones en Andalucía, es decir, Partido Popular, Ciudadanos y Vox, ganadores en la medida que han conseguido, juntos, más escaños que el Partido Socialista, tienen por delante un reto que podría parecer fácil, y que a la vez puede convertirse en complicado.
Afrontan el desafío de llegar a un acuerdo para sumar sus diputados y dar paso a un nuevo gobierno regional, que ponga fin a casi cuarenta años de hegemonía socialista en la segunda región más extensa y poblada del país, que, lamentablemente, presenta también los peores datos económicos de España y hasta de Europa.
Dos de esos tres partidos han llegado a un pacto, a partir del cual se ha fraguado la nueva composición del Parlamento regional. Y dicen tener un acuerdo de gobierno, integrado por cien puntos, para hacerse también con la presidencia de la Junta de Andalucía. O sea, para gobernar.
El tercero en discordia, Vox, al que de momento parecen ningunear, ya ha anunciado que no cuenten con sus 12 imprescindibles diputados, si no introducen algún cambio en ese acuerdo bilateral. Uno de ellos, en concreto, el relativo a las medidas contra la violencia machista.
Pero no ha acabado ahí la cosa. Porque su líder, Santiago Abascal, ha añadido ahora otras demandas, como una reducción fiscal, el desmontaje de la Administración paralela, el apoyo al mundo rural… Y ha amenazado con bloquear el pacto si PP y Ciudadanos no se sientan a negociar con ellos.
Evidentemente, nos encontramos en la fase de los envidos, los amagos, las apuestas, los postureos y hasta los órdagos.
Los tres protagonistas tendrán que saber jugar sus bazas y concluir la partida hasta llegar a una solución final. Que no concibo que sea otra que la formación en Andalucía de un nuevo gobierno, con la salida de la señora Susana Díaz. Y, con ella, la de todos los que han estado en la mamandurria.
Sabido es que, si no se alcanza una mayoría, si no hay un nuevo presidente, al cabo de dos meses sin lograrlo se convocan automáticamente elecciones regionales.
Si algo así ocurriera, si todo acabara en una nueva cita con las urnas, es de toda seguridad que el milagro acaecido el 2 de diciembre (porque aquello ha sido un milagro) no volverá a producirse.
La movilización de la izquierda, socialista, comunista, republicana, populista, anarquista… será tal, que, no solamente ganarán, y hasta barrerán, sino que cabe pronosticar otros cuarenta años de presidencia del PSOE.
De esos tres partidos en liza, en busca de una mayoría, ¿alguno está dispuesto a asumir la responsabilidad de que el cambio en Andalucía no llegue a producirse? ¿Quién tendrá la culpa? ¿Los tres? ¿Uno solo?
Quienquiera que sea, y aunque sean los tres, han de saber que una gran mayoría de los españoles no se le perdonarán. Como decía aquel, ni en esta vida ni en la otra. Así están las cosas.
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