Los republicanos de Felipe VI

Felipe VI citó en el Congreso, en el discurso de inauguración de su reinado, a cuatro personajes de la historia de este país: Machado, Espriu, Castelao y Aresti.

Además de otras coincidencias, a ellos les une una condición común: los cuatro son republicanos. Un síntoma, sin duda.

Los incidentes que se registraron el día 19 en las calles de España, con grupos y personas que lucían banderas tricolor, llevó a algunos a culpar al propio Felipe VI, y en general a la monarquía, de los altercados, hablando de persecución a los republicanos.

Las instrucciones a la policía para identificar y estorbar el paso de quienes lucían chapas y pegatinas, pero menos aún detenciones y arrestos, no fueron, evidentemente, órdenes de La Zarzuela o del nuevo monarca. Resulta una obviedad que parecería innecesario reseñar.

Porque, como resulta bien conocido, la actitud de la Familia Real con los republicanos nunca ha sido de exclusión y rechazo. Aún recuerdo aquel viaje que realizaron don Juan Carlos y doña Sofía a México, y la recepción que ofrecieron a los españoles, entre ellos buen número de viejos exiliados republicanos, con la viuda de Azaña en primera línea.

No solo han visitado La Zarzuela conocidos republicanos. En más de una ocasión, el propio Felipe se ha encontrado grupos protestando y hasta insultándole, y se ha acercado a ellos para preguntar y escuchar.

Los republicanos tienen todo el derecho del mundo (¡faltaría más!) a expresar y defender sus ideas. Y si un día convencen a la mayoría de los españoles, la monarquía tendrá que volver a tomar el camino de Cartagena.

Pero prohibiciones, detenciones y altercados como las que se escenificaron el día de la proclamación de Felipe VI, profusamente repetidos en las televisiones, lo que hacen es precisamente fomentar el republicanismo.

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