José Apezarena

De Ruth Beitia a Imbroda y a Pepu Hernández

Pedro Sánchez en su época como  jugador del Estudiantes, abajo a la izquierda.
Pedro Sánchez en su época como jugador del Estudiantes, abajo a la izquierda.

Pedro Sánchez ha dado la sorpresa, con la decisión de presentar a Pepu Hernández para optar a la candidatura del PSOE al ayuntamiento de Madrid.

El líder socialista se sentía atrapado. Andaba buscando una salida al problema de no encontrar un candidato suficientemente válido desde el punto de vista político, estaba recibiendo muchas negativas porque la expectativa es de una derrota estrepitosa, y ha sacado de la chistera un conejo que al menos ha sorprendido y provocado notoriedad.

Desde luego, la sorpresa Pepu Hernández ha merecido espacio y comentarios en los medios. Otra cosa es que finalmente se convierta en candidato.

Las primarias son inevitables, por lo mismo que ya hay al menos otros dos militantes, si no tres, dispuestos a competir por la nominación. Con el añadido de que la "intromisión" del secretario general, tratando de imponer su propio nombre, ha caído regular entre la militancia y los cuadros, en un PSOE madrileño que históricamente ha sido muy rebelde.

A ese respecto, dentro del propio partido se recuerda el caso de Trinidad Jiménez, nominada como candidata "oficialista", del aparato de Ferraz, y que perdió la votación frente a Tomás Gómez.

Para algunos socialistas, la elección de Pedro Sánchez no pasa de parecer una "ocurrencia", al margen de la sensación de amiguismo que puede producir la nominación de un entrenador del Estudiantes.

El problema más serio que ven en el PSOE madrileño es que Pepu Hernández, laureado seleccionador de baloncesto, y que como tal ha ganado un prestigio máximo, no tiene, sin embargo, la menor experiencia política, y mucho menos de gestión, como para ser un día alcalde de una ciudad como Madrid.

Sin olvidar un detalle aparentemente anecdótico, pero que puede no serlo tanto. El ex seleccionador es un declarado antimadridista, que ha llegado a afirmar que el Real Madrid era el equipo del franquismo y que ahora es "el equipo del PP". Eso no le va a granjear votos entre los aficionados blancos, que no son pocos.

Pero estamos de experimentos. Y en este caso con deportistas conocidos. Acaba de ocurrir también en Cantabria, con la saltadora Ruth Beitia, designada por Pablo Casado su candidata a la elecciones autonómicas frente a la posición del aparato, y que finalmente ha optado por abandonar, a la vista de las zancadillas que estaba encontrando dentro del propio partido.

 

En ese caso, tampoco era evidente su preparación para presidir toda una comunidad autónoma, aunque fuera uniprovincial.

Otro deportista que acaba de saltar a la política es Javier Imbroda, entrenador igualmente de baloncesto, nombrado por Ciudadanos consejero de la Junta de Andalucía. Pero esta vez sí tiene algo más de sentido, porque la consejería que le ha correspondido es Educación y Deporte. Y de Deporte sí puede tener cosas que decir.

Como digo, se trata de experimentos, que los partidos van chequeando para comprobar si funcionan. Si por el camino quedan víctimas, no pasa nada. Pero, si les sale bien, lo exprimirán todo lo posible. Es que estamos hablando de política.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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