José Apezarena

Y la señora jueza no se dignó pedir disculpas

A ver si consigo contarlo bien.

Se trata de un episodio aislado, por supuesto, pero que al mismo tiempo considero sintomático, y que por tanto vale la pena relatar. También para sacar alguna enseñanza, si fuera posible.

Vamos allá. Resulta que un ciudadano madrileño se vio envuelto, de forma muy indirecta, en un procedimiento judicial y fue citado para que compareciera como testigo ante su señoría, la titular del juzgado. Como es habitual, en el oficio enviado, con acuse de recibo por supuesto, se le amenazaba con todo tipo de males si no comparecía.

Sacando tiempo de su trabajo, el ciudadano acudió ante el juzgado y prestó la declaración solicitada, un cometido en el que, entre una cosa y otra, invirtió casi tres horas, que quitó a su trabajo.

Pues bien, dos semanas después volvió a recibir una citación judicial, del mismo juzgado, y también con todo tipo de advertencias en caso de incumplimiento.

Allí que se presentó el aludido, pensando que le habían llamado para completar alguna diligencia más.

Llegó al juzgado antes de las doce del mediodía y, para su sorpresa, se encontró con un nutrido grupo de personas, varias de ellas las mismas que la vez anterior. Pasaba el tiempo y nadie le llamaba, ni tampoco recibía explicación alguna. Llegó la hora de comer, y entonces les dijeron que el trámite se celebraría ya por la tarde.

El citado ciudadano comió como pudo en una bar cercano, y hacia las tres y media estaba otra vez en las dependencias judiciales. Entonces, se les acercó una persona, presumiblemente un oficial del juzgado, que, bastante apurado, les notificó que su declaración no iba a ser necesaria. Se había producido un error: les habían citado por duplicado.

La funcionaria trató de disculparse, y allí acabó la aventura, tras cinco horas perdidas de su jornada laboral. Algunos de los afectados se encocoraron, otros pidieron justificantes por la estancia en los juzgados...

 

Como digo, se trata (espero) de un suceso aislado, que, no obstante, ha causado molestias a unos ciudadanos, incluso perjuicios laborales y económicos. ¿Han recibido alguna compensación por ello? Ninguna. Por contra, la Administración enseguida exige contraprestaciones a los que no cumplen. ¿Habrá alguna consecuencia en ese juzgado por el error cometido, se tomará alguna medida? Lo desconozco.

Y una pregunta final, que hace referencia a la juez titular del susodicho juzgado. ¿Dio ella misma alguna explicación? ¿Tuvo algún detalle de deferencia para con los ciudadanos citados por error? ¿Salió a disculparse? Su señoría, titular y responsable del juzgado, ni apareció.

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena

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