José Apezarena

Me sobran diputados

No descarto que la intención de María Dolores de Cospedal haya sido asegurarse de que volverá a ganar en Castilla-La Mancha tras las elecciones autonómicas de 2015.

Y puedo admitir que el argumento del ahorro de gastos resulta bastante endeble, en la medida en que las cantidades que se manejan parecen reducidas.

Dicho lo cual, estoy de acuerdo con la reforma electoral aprobada en esa comunidad autónoma por la cual los 49 diputados regionales que existen ahora quedarán en solo 33.

Afirma Cospedal: "Podemos hacer nuestro trabajo siendo menos diputados". Y creo que tiene razón.

Por decirlo pronto, a mí me sobran diputados por todas partes: en el Congreso, en los parlamentos autonómicos.... Lo he escrito en ocasiones anteriores, pero la circunstancia actual me permite repetirlo.

Los críticos con la lideresa castellano-manchega le acusan de rebajar la calidad de la representación democrática, porque, a menor número de escaños, menos posibilidades tienen las fuerzas minoritarias de conseguir una representación apreciable. Incluso de alcanzar algún escaño.

Es cierto que, con reformas como la aprobada en Castilla y León, se refuerza aún más el bipartidismo, y que, si se reduce la cifra de parlamentarios, los pequeños partidos sufren mayores dificultades para lograr escaños. A pesar de lo cual, sigo apostando por recortar sensiblemente la nómina de parlamentarios a todos los niveles (senadores incluidos, por supuesto).

Al argumento de que, cuanto mayor sea la representación, más fielmente refleja la realidad ideológica del electorado, cabe responder que, si se llevara al extremo ese objetivo, lo que habría que hacer es colocar a todos los ciudadanos en la cámara parlamentaria. Con ello se aseguraría que ni un sólo punto de vista quedaba desperdiciado. Lo cual constituye un imposible.

Como su nombre indica, quienes 'representan' a los ciudadanos 'no son' la totalidad de los ciudadanos, sino una muestra. Que, por consiguiente, es imperfecta. Pero en algún momento hay que poner límite al número de diputados. Y puestos a fijarlo, por racionabilidad y por eficacia (también por ahorro, claro), cuantos menos sean, mejor.

 

A la vista de las funciones que en realidad cumplen, del voto en bloque gracias a la obediencia debida, del alto número de 'culiparlantes' que siguen mudos toda la legislatura, un Congreso con 100 diputados me parecería más que suficiente. Y unas cámaras regionales de 20-30 parlamentarios también. Todo lo demás, me sobra.

Y si el problema es dar representación a fuerzas minoritarias, cámbiese la legislación electoral, en lugar de resolverlo por la vía de multiplicar y multiplicar el número de electos.

¿No hablan ahora de reforma constitucional? Pues aquí tienen un terreno. Cierto es que requerirá determinación y valentía. Pero pienso que encontraría un elevado consenso entre los ciudadano. Que se lo pregunten, si no. Otra cosa es que la casta (los políticos en su conjunto) se atreva a quitarse a sí misma el pan de la boca.

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena

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