José Apezarena

Es tiempo de fugas en el Gobierno de Rajoy

El hombre más importante de La Moncloa, aparte del propio presidente, se marcha. Jorge Moragas, jefe de gabinete de Mariano Rajoy durante todos estos años, abandona el cargo y la casa.

Lo hace para marchar a un destino en principio brillante, dada su condición de diplomático de carrera: embajador de España ante Naciones Unidas.

Sin embargo, la salida de Jorge Moragas oculta trasfondos algo menos evidentes. Uno de ellos, la impresión de que está acabando una época en el actual Gobierno de España. De que se avecina un tiempo nuevo, en el que estaría incluso en discusión la propia continuidad de Mariano Rajoy.

Porque la opción de una larga permanencia de Rajoy garantizaría, sin duda, el paso de Jorge Moragas a un destino más destacado, del que ya se vio privado en la pasada formación de Gobierno: ministro de Asuntos Exteriores. Un puesto, sin duda, más apetitoso que esa embajada con sede en Nueva York. Por cierto, en general bastante aburrida.

Así que, si se marcha el todopoderoso jefe de gabinete, que tantos servicios ha acumulado (no hay que olvidar, por ejemplo, que fue el coordinador de las últimas campañas electorales del PP), si abandona el hombre de confianza, cerrando así la puerta del ministerio, algo más tiene que haber detrás.

Y no parece suficiente esa primera conclusión que algunos extrajeron: que Moragas estaba pagando las culpas del enorme fracaso cosechado en Cataluña por el Gobierno y su partido.

Ni a él ni a nadie se le ocultaba que anunciar la marcha a Nueva York al día siguiente de las elecciones iba interpretarse, como así ocurrió, como un "castigo" por lo sucedido el 21-D, una asunción de responsabilidades.

Sin duda ha habido algo de eso. Moragas ha aceptado hacer de pararrayos, cargando en solitario con las culpas. Que las tiene, por supuesto, pero no en solitario. Y, así, ha hecho un favor a las instancias superiores, escenificando este sencillo mensaje: Yo cargo con las consecuencias y a vosotros (a ti) os dejo tranquilos. Y me voy a Nueva York.

Abandona, sin duda, con todas las bendiciones de su jefe, que ha dado el visto bueno a su adiós. Entre otras cosas porque exige su firma.

 

Pero, si Moragas ha cerrado la puerta que tenía para convertirse en ministro de Exteriores, nombrado por el tan agradecido Mariano Rajoy, tal vez lo que ocurre es que la puerta se estaba cerrando. Que llegan épocas de cambios en Moncloa. Y que lo saben.

En efecto, parece haber comenzado un tiempo de fugas en el  Gobierno. Porque pronto se producirá otra más, esta bastante anunciada: la salida de Luis de Guindos hacia la vicepresidencia del Banco Central Europeo, allá por el mes de marzo. Y puede no ser la única.

¿Que suele ocurrir cuando un barco empieza a hundirse? Que comienzan los abandonos, ¿no?

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato