Truhan Pedro Sánchez

Pedro Sánchez, con los "seleccionados" para el coloquio en La Moncloa

He recurrido, una vez más, a la Real Academia para fijar bien la palabra, truhan, que me saltó a la cabeza tras conocer la operación protagonizada el lunes por Pedro Sánchez en La Moncloa.

Se anunció como parte de la nueva estrategia a pie de calle del presidente, que pretende un contacto directo con los españoles. Una idea, por cierto, que no le salió nada bien fuera de los jardines de la Moncloa, es decir, en la calle de verdad, en Sevilla. Allí recibió pitos y abucheos, en lo que era el primer acto de la campaña callejera.

Esas protestas, por cierto, han dado origen a un contundente anti eslogan, tomado de uno de los carteles que allí se exhibió: “Que te vote Txapote”. Me parece que va a producir bastante daño a los intereses electorales de Sánchez.

Volviendo a lo de truhan, dice la RAE que es un adjetivo que también suele usarse como sustantivo, y lo define así: “Dicho de una persona: Sinvergüenza, que vive de engaños y estafas”. La segunda acepción me parece más adecuada: “Dicho de una persona: Que con bufonadas, gestos, cuentos o patrañas procura divertir y hacer reír”.

Aunque a lo mejor le cuadraría más la expresión “tramposo”: “Que hace trampas en el juego o en otra actividad”. Y, por rematar, he buscado la palabra “trampa”. Además de “instrumento o artificio que se utiliza para cazar animales”, dice la RAE: “Plan o acción que tiene como fin engañar a una persona”.

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Con lo de la convocatoria popular en La Moncloa, el presidente del Gobierno puso en práctica un plan o acción para engañar. En este caso, no a una persona, sino a la totalidad del país.

¿Trampas? A los hechos me remito. Se anunció que Sánchez “abría” las puertas para reunirse con ciudadanos de a pie: cincuenta personas seleccionadas desde Moncloa iban a poder preguntarle directamente.

Acudieron cincuenta, sí, y se hizo la foto con todos ellos, pero en realidad, preguntar, preguntaron cinco.

Como en todo juego de manos, el truco ha estado en la preparación, en los pasos previos. Es decir, en cómo seleccionó La Moncloa a los afortunados participantes en esa rueda de prensa supuestamente espontánea.

La versión oficial afirmó que el grupo estaba compuesto por personas que habían redactado mensajes a La Moncloa estos últimos años, por diferentes vías, para expresar dudas, inquietudes, críticas, peticiones, sugerencias o felicitaciones, o bien, se han interesado en el marco del proyecto Moncloa Abierta.

Añadían las fuentes oficiales que, desde que Sánchez llegó a la presidencia, en Moncloa se habían recibido 250.000 comunicaciones por carta postal o correo electrónico, de las que el Gabinete de la Presidencia había elegido a los cincuenta.

¿Y qué ha ocurrido? Pues que se ha descubierto la trampa, porque entre los seleccionados había hasta cargos del PSOE y simpatizantes de ese partido.

Entre ellos, la teniente de alcalde de Rubí (Barcelona), Marta García, municipio gobernado por el PSC; Cristóbal Avilés, jefe de Gabinete de ese ayuntamiento y ex asistente de la vicepresidenta segunda del Parlamento catalán; y Eduardo Ranz, que optó a liderar el PSM en las primarias de 2021. No está mal.

En las redes sociales ha sido identificada una joven ya había estado junto al presidente en otro acto el pasado junio.

Ahora se entiende por qué Moncloa rechazaba facilitar el listado de los invitados al acto.

Y no quedó ahí la cosa. Porque, una de las preguntas espontáneas correspondió a Almudena, una trabajadora del hogar de Tomelloso. Planteó el problema de esas profesionales, y singularmente la demanda de que tengan derecho al paro. Y Sánchez le respondió que al día el siguiente, en el Consejo de Ministros se aprobaría ese derecho. ¡Qué casualidad!

Todo muy redondo. Pero demasiado burdo. Tanto, que solo engaña a quienes quieren ser engañados.

Se ha escrito igualmente que, con la sesión en los jardines de Moncloa, Sánchez ha optado por rodearse de anónimos en su cruzada contra "los poderosos" y, para diferenciarse de Feijóo, en un acto sin críticas ni corbata. La misma acusación que intentó establecer ayer en el Pleno del Senado.

Uno, con el Ibex (Rajoy) y el otro (Sánchez), con los ciudadanos". La frase, proviene de una de las personas de confianza del jefe del Ejecutivo. Pero omite que, los dos últimos años, el inicio del curso político lo compartió con los grandes empresarios del país. Esos a los que ahora ha puesto en el mira de los sindicatos, a los que ha azuzado para que convoquen movilizaciones contra la CEOE.

Volviendo a lo de truhan. Por si a alguien le ha parecido demasiado fuerte, cabe recordar que Julio Iglesias se lo llamó a sí mismo, en la canción “Soy un truhan soy un señor”. Pues eso.

editor@elconfidencialdigital.com

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