José Apezarena

Asaltar locales de partidos es gratis... si son de derechas

¿Se imaginan ustedes un intento de asalto, protagonizado por activistas de derechas, o de extrema derecha, a locales, por ejemplo, de Podemos?

¿Qué indignadas declaraciones escucharíamos en boca de tantos políticos? ¿Cuántos plenos del Congreso se convocarían para condenarlo? ¿Cuántas manifestaciones y concentraciones de repulsa no serían anunciadas?

Por cierto, en tal caso habría motivo, porque una actuación de ese estilo merece todas las condenas.

Pero, ¿ha ocurrido algo así, o medio parecido, con la hazaña de unas decenas de militantes de la CUP intentando irrumpir violentamente en la sede del Partido Popular en Barcelona, donde causaron no pocos destrozos? En absoluto.

Los otros partidos, es decir, PSOE, Ciudadanos, Izquierda Unida (o lo que quede de ella), PNV... y los regionales Esquerra, PdeCat, Esquerda Galega... ¿han salido en tromba para denostar y repudiar un intento de asalto que nunca debería repetirse? En absoluto.

¿Ha habido plenos del Congreso, se han celebrado concentraciones, están convocadas manifestaciones para estos próximos días, en las que mostrar el rechazo hacia comportamientos tan poco democráticos, cuando no fascistoides? En absoluto.

Pregunto yo. ¿El ataque al local de un partido político solamente es repudiable si el agredido es de izquierdas?

¿Que lo ocurrido en Barcelona constituye un asunto menor? Puede parecerlo, pero lo reseñable es el síntoma, la situación que creo que refleja.

Porque mal andaría la democracia en este país, estaríamos aquejados de un auténtica enfermedad social, si, a la hora de enjuiciar víctimas de ataques desconsiderados, valoráramos antes quién es el agredido, para en su caso modular, o incluso evitar, la condena.

 

Una colectividad sana reacciona unánime, en bloque, contra cualquier desmán de ese tipo, de cualquier tipo, sea quien sea el perjudicado. Aunque sea de derechas.

Voy a curarme en salud. Alguien me dirá: ¿por qué no escribió algo parecido cuando, en situaciones paralelas, los dañados eran, por así decirlo, de izquierdas? Pues porque entonces no se me ocurrió, no porque no pensara lo mismo que estoy diciendo ahora. Y por cierta sensación de cansancio ante la realidad de que cosas así sigan sucediendo.

Y también porque en este caso tengo una insoportable sensación de impunidad, de que no pasará absolutamente nada, algo que no aprecié en sucesos anteriores. A lo mejor por las imágenes de los matones posando, eufóricos y satisfechos, ante la fachada del edificio atacado.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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