Batacazo

“Batacazo del PP” dice hoy el titular de ECD, en la información sobre el resultado de las elecciones del 20 de diciembre.

Batacazo es, sin duda, pasar de una mayoría absoluta de 186 escaños a 123, perdiendo 63 diputados, más de un tercio del total. No estamos en el caso de la UCD, pero podría parecérsele. Se les han fugado 3,5 millones de votantes, que ya es una cifra.

¿Por qué se ha producido tal defección? Por el gravísimo error de creer que la economía bastaba para ganar, olvidándose de cuidar al propio electorado, al que se ha maltratado a lo largo de toda la legislatura.

Por el daño sufrido por los ciudadanos con los recortes sociales, mal explicados y peor aplicados.

Por haber descuidado a una parte de sus votantes en materias tan sensibles como la legislación sobre el aborto. Se cuenta que a Mariano Rajoy le presentaron unas encuestas según las cuales al PP le era más ‘rentable’ a efectos electorales dejar la ley de Zapatero como estaba que cambiarla, y que modificarla le restaría más votos. He escrito en alguna ocasión que me gustaría ver esos supuestos estudios demoscópicos.

Y, sobre todo, por la corrupción. Buen número de votantes tradicionales no perdonan a su partido el terrible espectáculo que ha dado, sin que, por el contrario, hayan percibido de forma convincente que se estaba combatiendo a fondo esa plaga mortal.

Al mismo tiempo, el PP ha tenido, políticamente hablando, mala suerte. Porque sus problemas han coincidido con la aparición de una nueva fuerza política, aparentemente de derechas y que por tanto se ha convertido en una alternativa viable para el voto conservador. De no haber existido Ciudadanos, muchos de los que han abandonado al PP se habrían quedado y le habrían vuelto a votar, aunque fuera con los dedos tapándose la nariz.

La debacle en las urnas es, sin duda, un fracaso de los organizadores de la campaña electoral, que no han sabido poner remedio a los retos ya citados. Y, por supuesto, de Mariano Rajoy.

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