José Apezarena

Desmontando a Gallardón

Del árbol caído, suele decirse, todo el mundo saca leña. Es lo que viene ocurriendo con el dimitido Alberto Ruiz Gallardón. Se está procediendo a desmontar prácticamente todo lo que intentó, y hasta hizo, durante su paso por el ministerio de Justicia. Así es la política.

Ayer, en su presencia, el nuevo ministro, Rafael Catalá, anunció, durante el acto de toma de posesión, la voluntad de revisar las tasas judiciales impuestas por su antecesor, y que fue una de las medidas que mayor impopularidad causó. Gallardón pagó un gran precio para nada, porque hay marcha atrás. ¿Algún motivo de fondo? No se dice, pero ocurre que hemos entrado en tiempos electorales.

No solamente las tasas. Se va a quedar en el cajón la Ley Orgánica del Poder Judicial, que planteaba una reforma total de la Justicia, con cambios como la instrucción colegiada de tres jueces. Igual le ocurrirá a la nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal que no ha pasado de borrador, etc.

Muerta y enterrada ha quedado, no hace falta decirlo, la reforma de la ley del aborto aprobada por Zapatero.

Lo dicho. Se procede a un desmontaje de todo lo que tiene que ver con Ruiz Gallardón, como si sus propuestas, planes y proyectos hubieran sido meras ocurrencias suyas, ajenas a cualquier conocimiento de otros.

Sin embargo, la realidad es que el hasta ahora ministro de Justicia no emprendió ningún camino que no contará con el visto bueno y la bendición del resto del Gobierno, empezando por el presidente, pasando por Soraya de Santamaría y terminando por el último de la mesa. Pero falta valentía, y hasta honradez, para reconocerlo. Así es la política. Mejor dicho, así de lamentable la hacen los políticos.

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena

 
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