Diputados gorrones

Me consta que desde el Congreso se han escuchado voces de queja por la información que publicó El Confidencial Digital contando que hay diputados que dejan a su esposa, hijos, hermanos… la tarjeta que les permite a ellos utilizar gratis los taxis que necesiten, hasta un máximo de 3.000 euros al año.

Esas personas han argumentado que se acusa de tal irregularidad a la totalidad de los parlamentarios, cosa que no es cierta. Basta con leer esa noticia con un mínimo de atención.

Otros han puesto en duda que tal circunstancia se esté produciendo realmente. Pero es que la información procede de taxistas, con nombres y apellidos, que la han denunciado públicamente.

Hay quien sostiene que, en todo caso, debe de tratarse de un hecho muy aislado. Y tampoco tienen razón, porque si fuera algo muy esporádico, no lo habrían comprobado más de uno y más de dos taxistas, que además lo comentan entre ellos.

En fin, otra queja es que hasta ahora nunca se había denunciado algo así. Tiene razón, pero seguramente no porque no se haya registrado hasta aquí, sino porque ahora la sensibilidad social de los ciudadanos es mucho mayor, exacerbada por una suma de noticias como las llamadas telefónicas de los senadores, la treintena de iPad perdidos y repuestos, etc.

Tienen razón quienes, finalmente, aducen que contando esos comportamientos no se contribuye mucho al ya de por sí bajísimo prestigio de los políticos. Pero el problema no es que se cuente que hay diputados gorrones. El problema es que los haya.

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