Fusilar a los tertulianos

Algunos colegas periodistas, ellos mismos participantes en tertulias de radio y televisión, comentan que se ha iniciado una ‘caza’ mediática contra los tertulianos. Por lo visto, es la nueva moda.

Lo atribuyen incluso a una ofensiva del actual Gobierno, que al parecer se siente maltratado por esos tertuliantes y por ello busca, o desactivarlos, o desprestigiarlos.

Y citan una sospechosa proliferación de artículos y comentarios que últimamente se dedican a arremeter contra los participantes en debates políticos y de actualidad tanto en radios como en televisiones.

Una de las diatribas más intensas se ha escrito en ABC, cuyo director, Bieito Rubido, es precisamente uno de los más habituales en las tertulias.

Titulado el artículo “Hacer política desde el periodismo”, se centra en las televisiones, y cita a Al rojo vivo pero sobre todo a El Gran Debate del que afirma que, una vez que apareces en él, “te invitan en el bar, te saludan en la calle, te piden una columna… Entonces es el momento de triunfar, de olvidarse del periodismo y de dedicarse a la política. Pero sin dejar el periodismo, cuidado”.

Sostiene el comentarista que en las tertulias televisivas es el mundo al revés, porque “gobierna la derecha, pero entrevistamos a la izquierda”. Y por eso –apunta- el Barómetro del CIS de febrero concluía que los periodistas son los profesionales peor valorados por los españoles.

Al articulista atribuye el desprestigio del periodismo a las tertulias televisivas, “una vulgar adaptación a la política de los programas del corazón”. Cita los nombres de María Antonia Iglesias, Miguel Ángel Rodríguez, Pilar Rahola…

Y concluye que los tertulianos son “profesionales del sectarismo, la manipulación y el griterío”.

Si existe tal ofensiva, que creo que algo ahí, no sabría si atribuirla a una estrategia del Gobierno, que quizá exista, o también a algunos decepcionados profesionales del periodismo que desearían estar en las tertulias pero no les llaman. No lo sé.

 

Uno, como modesto tertuliano en alguna televisión y sin la menor pretensión corporativista, considera que, al contrario de lo que dicen los críticos, los debates ayudan a los españoles a formarse opinión y a estar mejor informados.

Otra cosa son los espacios teatreros y escandalosos con apariencia de tertulia. Pero son los menos, resultan bien conocidos, y, por supuesto, no justifican una caza del tertuliano, casi casi con voluntad de fusilarlos al amanecer.

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena

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