José Apezarena

¿Orgullo de ser español?

Casi siempre por motivos profesionales, he tenido la suerte de visitar buen número de países por todo el mundo. Y en muchos casos me ha sorprendido el aprecio de sus poblaciones hacia la historia y hechos de la nación y el notable orgullo de pertenecer a ella. Creo que eso podría definirse como patriotismo.

Hablo de “sorpresa” no sin motivo, porque, por contraste, siempre me ha parecido que en España no son frecuentes tales sentimientos ni estados de opinión. Lo he escrito ya en otras ocasiones antes.

No sé si es por nuestra guerra civil, por los años de franquismo, por el fracaso del 98, por la leyenda negra, tan falsa como eficaz, o por qué otra causa, lo cierto es que este país no valora lo que ha sido, a pesar de haber protagonizado en primera línea y de forma destacada unos cuantos siglos. Una brillante historia que, por supuesto, se ignora casi absolutamente. Incluyendo también la increíble y exitosa transición política. Algo tienen que ver, sin duda, los actuales planes de estudio, aunque no solo.

No solamente desconocemos lo que hemos sido, sino que, encima, tampoco apreciamos lo que somos actualmente. ¿Y qué somos? Uno de los diez o doce países más importantes del mundo, el cuarto en la Europa los 28. Una nación avanzada y moderna, con una democracia consolidada y una economía fuerte y desarrollada, a pesar, por supuesto, de que no falten dificultades.

Sin hablar de lo deportivo, y concretamente futbolístico, tan de actualidad, España puede presumir de encontrarse a la vanguardia mundial en sectores económicos e industriales destacados, y de contar con empresas punteras en construcción y gestión de infraestructuras, ingeniería, energéticas, telecomunicaciones, sector financiero…

Y ¿a qué motivo viene hablar ahora de tales cuestiones y plantear la pregunta sobre el orgullo de ser español? Desde luego, no a la polémica sobre la esteladas en la final de Copa. Lo traigo a colación porque dentro de un mes se inaugurará la ampliación del Canal de Panamá, la mayor obra de ingeniería del siglo XXI, proyecto liderado por una empresa española, Sacyr, y con presencia destacada de otra docena de firmas nacionales.

Hoy viaja a aquel país el alto comisionado de la Marca España, después lo hará la ministra de Fomento, y habrá una representación destacada en la inauguración, el 26 de junio.

Por hacernos brevemente una idea de la magnitud de estas obras, se han construido 16 esclusas para el paso de buques. Pesan 50.000 toneladas y tienen las dimensiones de un edificio de 16 plantas. Algún dato llamativo más: el hormigón utilizado equivale a dos veces la pirámide de Keops, el acero armado empleado supondría 22 veces la torre Eiffel, y han intervenido 10.000 trabajadores, de 40 nacionalidades. Y todo ello bajo la coordinación de un firma española.

¿Orgullo de ser españoles? Creo que, motivos, haberlos los hay. Pero parecemos ciegos.

 

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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