Qué hay de que PP y PSOE vayan juntos

El anterior Gobierno, y su partido, el PSOE, se desgañitaron durante la legislatura pasada para echar en cara a sus rivales, el PP, que no ‘colaboraba’ en la búsqueda de salidas a la crisis económica.

Fue insistente el mensaje de que, tal como estaban de mal las cosas en España, la oposición, en lugar de ‘ayudar’, de echar una mano al Gobierno, se dedicaba a poner palos en las ruedas.

Tal proceder era motejado, como mínimo, de falta de sentido de responsabilidad, cuando no de afrenta al patriotismo más elemental.

Se habló hasta la saciedad, de que, como única solución para eludir el desastre económico, era imprescindible un pacto entre los dos grandes partidos, un acuerdo de salvación nacional.

Como resulta bien conocido, el pacto nunca se firmó, y PP y PSOE siguieron cada uno a lo suyo.

Se ha producido ahora un cambio de Gobierno en España. Y el nuevo Ejecutivo se ha aplicado a tomar medidas drásticas, las suyas, en un intento de frenar la sangría y de estabilizar el país.

¿Y que hemos visto? Pues que aquellos que, cuando mandaban, insistían en pedir la complicidad y aun la ayuda del PP, invocando que ese mensaje de unidad fortalecería al país, también hacia afuera, ahora que están en la oposición ponen pies en pared contra el plan de reformas del nuevo Gobierno.

¿Han dado, por ello, algún paso en la línea de respaldar las medidas del Gobierno? De ninguna manera. Todo lo contrario.

Así que su mensaje de la unidad de los dos grandes, vehiculado a través del apoyo a los planes del Gobierno, ya no es válido. Sólo porque son otros los que ahora están en el poder.

 

Menos mal que, al menos por el momento, el Ejecutivo del PP no está reclamando a los socialista el apoyo a sus planes y reformas.

Y, sin embargo, pensando en el interés general, una colaboración PP-PSOE en asuntos básicos económicos a lo mejor nos ayudaba. Digo yo.

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