Rendición sin condiciones

ETA se ha rendido. Así lo recogemos en las páginas de ECD, de boca de uno de los principales expertos en lucha antiterrorista.

Cierto es que el comunicado de ayer no habla de disolución de la banda: no hay compromiso de desaparecer.

Verdad es, también, que no hace ninguna alusión a que van a hacer con las armas, y en concreto a su destrucción.

Lo mismo que en esas líneas no aparece para nada la petición de perdón por sus fechorías.

Son las evidentes carencias, ausencias y lagunas del comunicado.

Y sin embargo participo de la opinión de que ETA se ha rendido.

Que se trata de una rendición, lo muestra el dato de que los pistoleros no han puesto ninguna condición para ese abandono definitivo de la violencia.

No lo han hecho depender, por ejemplo, de concesiones de beneficios penitenciarios a sus presos, de reconocimientos ni de cualquier otra premisa. Anuncian sin más que dejan el terrorismo.

Es verdad que plantean una conferencia con los gobiernos de España y Francia. Pero sólo lo ‘piden’, porque no se trata de una condición. Que, desde luego, no vincula para nada a Madrid y París.

¿Podría caber la posibilidad de que existieran condiciones ocultas, es decir, unas concesiones secretas, previsiblemente acordadas con este Gobierno?

La hipótesis quedaría descartada en la medida en que todo indica que a partir del 20-N gobernarán otros, el Partido Popular. Y por tanto, de haber pactos bajo cuerda, no los cumpliría. Así que hay que deducir su inexistencia.

Y, sin embargo, no sería sincero si no dijera que el dato de que las armas siguen en poder de los etarras me produce mucha desazón.

Es la variable que queda por despejar definitivamente.