¿Hay ruido de sables?

La nota difundida por la AME, Asociación de Militares Españoles, radicalmente crítica con el proceso independentista en Cataluña, es ya el tercer episodio de lo que algunos se atreven a llamar ‘ruido de sables’.

Así se calificaban, durante la transición, las sucesivas amenazas contra el proceso democrático procedentes de estamentos del Ejército. Amenazas que merecían toda la atención, porque entonces sí que los militares tenían medios y capacidad para abortar el camino hacia la libertad. Y que se materializó, por ejemplo, el 23-F.

La nota de la AME califica de “alta traición” el mantener un sistema electoral que fomenta los separatismos, sugiere que las Fuerzas Armadas podrían verse obligadas a intervenir en defensa de la integridad territorial, y concluye que quienes colaboren con la independencia de Cataluña habrán de responder “ante la jurisdicción castrense”.

Se trata del tercer ‘incidente’ militar en relación con el proceso independentista en Cataluña, después de las declaraciones del coronel Alamán y del escrito del teniente general Pitarch en su blog.

Cierto es que la Constitución estipula (artículo 2) que ésta se fundamenta en “la indisoluble unidad de la Nación española”. Y que atribuye a las Fuerzas Armadas (artículo 8 ) la misión de defender “la integridad territorial de España y el ordenamiento constitucional”. Pero también establece (artículo 9) que los ciudadanos y los poderes públicos están “sujetos a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico”.

Dice nuestra Carta Magna que la soberanía nacional “reside en el pueblo español” (artículo 2), que las Cortes Generales “representan al pueblo español” (artículo 66), y que corresponde al Gobierno la administración militar y la defensa del Estado (artículo 97). Y otorga al rey “el mando supremo de las Fuerzas Armadas” (artículo 62).

Queda, pues, claro quién manda y debe mandar en este país. Y que las fuerzas armadas están sujetas a la ley y a la autoridad del Gobierno y del rey.

Vistos esos tres incidentes citados, ¿se puede hablar de ruido de sables? En mi opinión, no. No existe un clima de opinión dentro de las fuerzas armadas (me refiero a los militares en activo, no a quienes han pasado a la reserva) que sugiera, ni de lejos, la posibilidad de una intervención armada. Ni ahora, ni más adelante.

Este Ejército no es el de los años de la transición.

 

Los problemas que tenga este país, actuales y futuros, los resolveremos los españoles sin tutelas indeseadas. Por las vías legales y democráticas. Sin sables.

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena

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