Totorica, ¿por qué nos has traicionado?

Carlos Totorica, ¿por qué acudiste el domingo a esa mentirosa y humillante conferencia internacional de paz en San Sebastián?

Eras un símbolo. Representabas la encarnación del valor de un pueblo que, por fin, se había rebelado en la calle contra ETA. Y lo sabías muy bien.

Ganaste entonces un enorme prestigio, al liderar a tus paisanos de Ermua, movilizados detrás de su alcalde en los amargos días del asesinato de Miguel Ángel Blanco.

Las manos blancas contra los pistoleros elevadas al cielo, las velas encendidas en las plazas de todos los pueblos de España, constituyeron el principio de lo que estamos a punto de lograr: la derrota democrática de los asesinos.

Y ahora, cuando ETA agoniza, cuando ya no puede más, te has prestado a acudir como avalista del espectáculo del domingo. De una farsa que ha significado, nada más y nada menos, que un espléndido balón de oxígeno para ese mundo del terror.

Bien lo rentabilizarán los violentos en las elecciones del 20 de noviembre.

¿Cómo no te alertó, y te echó para atrás, comprobar que las víctimas no estaban en el Palacio de Ayete?

¿También a ti te han engañado? ¿O ha sido por obediencia de partido?

Ayer intentabas explicarte ante los medios. “Necesitamos la paz y queremos acelerar el fin de ETA”. Vale. Pero ¿a qué precio? ¿Al del olvido de las víctimas? ¿Al de la rendición? ¿Al “todos somos vencedores” que proclama ahora Rufi Echevarría?

Con enorme tristeza te digo que muchos, muchos, hemos perdido un referente ético, democrático y ciudadano. Y no nos sobran.

Es una gran lástima.