José Apezarena

¡Votarem! ¡Claro que votarán!

Imponente el espectáculo de ayer en las calles de Cataluña, repletas de catalanes que por fin se manifiestan masivamente contra el proceso separatista que quieren imponerles.

Sensacionales, contundentes, las intervenciones de Josep Borrell y de Francesc Frutos. Borrell, por cierto, está demostrando la talla de político que siempre ha tenido. Atención a su figura con vistas al futuro dentro del socialismo.

Una de las novedades de estos últimos días, sobre todo desde que el Parlament decidió que quería proclamar la independencia, y desde que el Estado ha tomado las medidas convenientes para impedirlo, echando para ello mano del artículo 155, es que los secesionistas están perdiendo algunas de sus enseñas. Se las están arrebatando.

Uno de esos símbolos es precisamente la cuatribarrada. Se ha convertido en bandera de todos, de todos los españoles también. Ya se vio una exhibición sintomática, en el partido del Atlético de Madrid frente al Barça, ondeando en las gradas del Calderón junto a la bandera de España. Ahora, la bandera de Cataluña es de todos.

Y también les está arrebatando algunos de sus gritos y eslóganes. Uno de ellos, que ayer resonó en las calles, es el famoso ¡Votarem!

¡Claro que vamos a votar!, dicen miles de catalanes. Pero no en los comicios trucados y falsos sufridos hasta ahora, sino en unas elecciones limpias, seguras, fiables, convocadas desde el Estado, el próximo 21 de diciembre. Y nuestra voz se va a oír con toda fuerza, añaden.

Tengo para mí que miles de catalanes acudirán masivamente ese día a los colegios electorales, para expresar el rechazo, el hartazgo, frente a las maniobras independentistas, cansados de lo que han sufrido, avergonzados incluso del espectáculo que se ha dado en lugares tan relevantes como el propio Parlament.

Me parece que Puigdemont, Junqueras, Forcadell y demás independentistas han activado a la ciudadanía, que el pueblo catalán no nacionalista se ha movilizado. Y que lo mostrará, alto y claro, el 21 de diciembre.

Porque las concentraciones en las calles, hasta hace poco inexistentes, ahora, lejos de agostarse, van a más. Lo de ayer fue una nueva demostración.

 

Así pues, está llegando la hora de que hablen los silenciosos, los acallados, los marginados, los postergados. Que son mayoría. Y que van a ir a votar. El 21 de diciembre.

¡Claro que votarán!

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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