José Apezarena

Por que no abdica el rey

Ya lo explicó Rafael Spottorno: la abdicación es un asunto estrictamente personal de don Juan Carlos. Lo cual no obsta para que se convierta en motivo de debate público, muy intenso estos últimos días tras anunciarse la nueva intervención de cadera del rey.

Desde el entorno de la Familia Real el mensaje que se transmite es rotundo: no habrá abdicación. Dicho en palabras más llanas, el rey no abdica… porque no quiere.

Sin embargo, detrás de esa postura se esconden algunos argumentos explicativos, y quizá hasta justificativos. Don Juan Carlos no abdica, entre otros, por los siguientes motivos:

1. Porque la abdicación no es la tradición de la familia real española, al contrario que en otras casas, como por ejemplo en Holanda. Aquí la costumbre es que el rey cesa por causas naturales, es decir, por fallecimiento: el famoso “a rey muerto, rey puesto”.

2. En lo personal, hoy por hoy don Juan Carlos se siente con fuerzas y capacidad para seguir desempeñando en plenitud sus funciones constitucionales.

3. Además, desea ‘recuperar’ la buena imagen que ha tenido durante años por los servicios prestados al país, de modo que el recuerdo que quede de él sean aquellos logros, y no las desgracias últimas y la mala impresión causada por asuntos como la cacería de Botsuana o el caso Urdangarín. Y para esa recuperación necesita tiempo,

4. Por si fuera poco, éste es un momento de crisis en el país, y no ayudaría nada, al contrario, abrir ahora el melón sucesorio. Sería otro motivo más de incertidumbre.

5. El rey quiere que su hijo, el príncipe Felipe, reciba la corona en las mejores condiciones posibles. Y eso incluye que España mejore una situación ahora muy deteriorada. Se trata de proporcionarle las máximas facilidades. Y por tanto hay que esperar.

6. Muy a corto plazo. La hipótesis de una abdicación ahora mismo, con el caso Urdangarín abierto en canal, significaría dejar a su hijo una herida sin cerrar, que durante bastante tiempo va a seguir castigando a la institución y quien sea su titular. Es deseable, por ello, que antes de una transmisión de poderes el asunto quede zanjado absolutamente.

 

Dicho lo dicho, tengo sin embargo una íntima convicción. A pesar de que, como es bien conocido, el rey no quiere ni oír hablar de abdicaciones, y de que no tiene la menor intención de hacerlo, si en algún momento se sintiera tan mermado en sus circunstancias físicas o mentales que se viera incapaz de atender sus obligaciones como rey, pienso que no dudaría en abandonar. Abdicaría.

A don Juan Carlos le sobra visión política, sentido de responsabilidad, amor a su país y patriotismo para hacerlo.

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena


Portada
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato