El bastón del rey
Las autoridades españolas se quejaron a sus colegas indios por algunos detalles del programa que prepararon con ocasión del viaje del rey don Juan Carlos a aquel país, al frente de un destacado grupo de empresarios.
Más en concreto, no gustaron nada los largos trayectos que se diseñaron, habida cuenta de las dificultades del monarca para caminar. Por ejemplo, una revista a las tropas con más de ciento cincuenta metros de distancia, que significaron un duro esfuerzo para el rey.
Las imágenes de don Juan Carlos caminando con dificultad, incluso con riesgo aparente de desequilibrarse y hasta caer, no han sido precisamente un plato de gusto para quienes las han presenciado en España.
Algunos analistas se preguntan por qué el rey no recurre a la utilización de un bastón, que le proporcione seguridad y le permita desplazarse con más facilidades.
El monarca se ha servido de muletas en muchas ocasiones, y así se le ha visto y fotografiado repetidamente. La última vez, con motivo de la lesión de cadera y la operación posterior tras el viaje a Botsuana.
Sin embargo, hoy por hoy don Juan Carlos no tiene ninguna gana de recurrir al uso del bastón. Además de que puede convertirse en un estorbo, considera que la imagen del rey ayudándose habitualmente de ese adminículo no da mucha confianza respecto a su estado global.
Los que trabajan a su lado dicen que el rey se encuentra bien de salud, salvo en las extremidades inferiores. Su problema, añaden, es de movilidad pero nada más.
De todas formas, digo yo, a lo mejor es preferible que utilice el bastón para evitar las vacilantes imágenes que se han visto en La India. Aunque a don Juan Carlos no es tan fácil hacerle cambiar de opinión.
editor@elconfidencialdigital.com
Twitter: @JoseApezarena
