Los cánceres del socialismo
Los comentarios los escuché a un veterano socialista, que ha ocupado cargos relevantes a nivel autonómico y nacional, parlamentario en muchas legislaturas… Omito su nombre para no causarle problemas, aunque a él seguramente tampoco le importaría demasiado, porque anda ya de vuelta de muchas cosas y se expresa con enorme libertad. La reflexión procede, por tanto, de persona informada, de alguien de ‘dentro’ del socialismo. Y me impresionó. Tanto por la lucidez del análisis, pero sobre todo por la crudeza del veredicto.
Este veterano miembro del PSOE, por otra parte muy conocido, criticaba que en el actual partido socialista faltan profesionales cualificados y valiosos, que en otros tiempo nutrieron su militancia y sus cuadros. Echaba de menos la presencia de ingenieros, de economistas, diplomáticos, abogados del Estado, profesores de Universidad…
Y lamentaba que un gran porcentaje de los dirigentes no reúnan detrás la experiencia de haber bregado en campos que no sean la política. Los califica con la vieja expresión de ‘aparatchik’, personas del aparato, que toda su vida la han consumido en dedicarse a tareas internas. Echaba de menos el aire fresco de haber batallado fuera, donde viven y trabajan el común de los ciudadanos.
Hablando de la generalidad de diputados y senadores de su partido, de los consejeros y concejales, de los cargos internos, venía a decir que son “gente que no ha trabajado nunca en su vida”. Nunca han tenido que ganarse el sueldo con sus propias manos.
A más abundamiento, relataba que, sorprendentemente, hoy no existe forma de incorporar nuevos militantes en las agrupaciones del partido, porque quienes se acercan encuentran que les cierran la puerta a cal y canto los propios dirigentes locales. Con lo cual no se está produciendo renovación ninguna en el partido.
Muchas de las personas se han acercado a una sede para preguntar cómo afiliarse, se han encontrado con que todo son pegas y al final han terminado renunciando. Según el análisis del socialista veterano al que me refiero, lo que ocurre es que, quienes ocupan hoy las estructuras del partido, sobre todo a nivel local, no están dispuestos a renovar las bases precisamente por temor a que lleguen militantes más valiosos que ellos y acaben sustituyéndoles. Cuando aparece por la agrupación un posible afiliado, piensan: “A saber por qué pide afiliarse. A saber qué quiere éste”. Y los dejan en la calle.
Otra de sus críticas se refiere al socialismo catalán, al actual PSC, para decir que ése no es el socialismo que siempre hubo en Cataluña y fue su aliado fraternal durante décadas. Hoy son otras gentes, muy distintas, que apenas tienen nada que ver con la historia y la esencia del PSOE.
Me parece que ese veterano y conocido dirigente socialista ha identificado algunos de los cánceres del PSOE.
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